Cartas de los lectores

23 de diciembre

Ola de frío y desamparo
Gracias por dejarme sentir lo que es esquiar sin tablas. Gracias por preparar las calles con sal y dejarla sin hielo. Gracias por el perfecto funcionamiento del transporte público. Gracias también por convertir la salida del tanatorio de la M-30 en una ratonera, perdón, en una pista de patinaje. Sí, pequé y cogí el coche, harta de esperar el autobús.
Gracias por hacer que me sintiera protegida y respaldada por el Ayuntamiento y por la Comunidad que, a pesar de las anunciadas nevadas en Madrid, decidió que la sal era muy cara como para desperdiciarla. Gracias por hacerme sentir ciudadana de cuarta categoría, a pesar de que cada año pago religiosamente los impuestos que suben y suben y suben....
Eva Mª Retuerce Fernández / Madrid

CEOE, un organismo empresarial que ha hecho ya demasiado daño
Ha tenido que ser un juez británico el que ha obligado al presidente de la CEOE, Gerardo Díaz Ferrán, a cerrar Air Comet, después de muchos meses de impago a sus asalariados; también Caja Madrid le ha abierto expediente por otras malas prácticas empresariales. Pero ninguno de los representantes de la CEOE quiso que Ferrán renunciara cuando, hace pocos días, acosado por sus incumplimientos, se ofreció a hacerlo.
Por ello, lo menos que deberían hacer todos esos incapaces empresarios de la CEOE es dimitir en bloque para dar paso a quienes puedan sanear un estamento y un organismo empresarial que tanto daño ha hecho a España en nuestra actual crisis económica.
Simeón Ibañez Llera / Madrid

El desorden ético, un aspecto de escasa relevancia educativa
Una sociedad que vincula y establece una proporcionalidad directa entre la felicidad y la posesión de bienes materiales, ¿no está promoviendo o alentando la adicción al consumo desaforado, fomentando conductas codiciosas y egoístas que propician el desplazamiento de la racionalidad, honestidad o empatía desde la infancia?
Por ejemplo, observando el comportamiento de los niños o niñas en las fiestas de cumpleaños, se puede apreciar perfectamente el grado de confusión y contaminación reinante: ¿cómo es posible que el número y valor de los regalos pueda llegar a ser lo más relevante de la celebración, pasando a un lugar secundario el juego y tiempo compartido? ¿Cómo a temprana edad se puede menospreciar, sin consideración o sensibilidad alguna, el obsequio de un compañero/a porque no cumple las expectativas?
Existen justificadas razones para reflexionar acerca del fracaso escolar, el aumento de la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, etcétera.
Y, sin embargo, el desorden ético o de valores predominante parece ser un aspecto de escasa relevancia educativa, siendo este origen y causa de las ruindades y miserias sociales normalizadas y aceptadas con natural resignación.
Alejandro Prieto / Gijón (Asturias)

En la Cumbre de Copenhague, al final, falló Barack Obama
En la Cumbre de Copenhague ha fallado el mejor. Obama vino con la impresentable excusa de que su Senado no le permitía comprometerse a más, por lo que se puso a animar a los demás países.

Aunque entonces no sabían que así se producía calentamiento, es cierto que EEUU y la UE se desarrollaron a fuerza de emitir CO², por lo que tanto EEUU como la UE deben permitir ahora a los países en desarrollo la oportunidad de salir adelante. Barack Obama acabará entendiendo lo mucho que tiene que compensar EEUU en forma de apoyo tecnológico y económico a los países en desarrollo por el CO² emitido todo este tiempo.
En Copenhague es cuando más de cerca hemos visto trabajar a los jefes. Como cualquiera de nosotros, horas y horas discutiendo cada uno por sus ideas y con miedo a ceder. Debían una solución a la humanidad. Ahora hay que seguir dándoles ideas y exigiéndoles la solución.
Un dato para la esperanza: en Copenhague estuvieron todos. Resultó decepcionante, pero por lo menos todos estuvieron presentes en la lucha contra el CO². Es un paso importante.
Pablo Osés Azcona / Fuengirola (Málaga)

La niña de Rajoy, el niño de las chuches y los tomates marroquíes
Nos trajo a una niña, luego al niño de las chuches y ahora unos tomates, ejemplos todos ellos del ideario rocambolesco que atesoran Mariano Rajoy y su séquito de colaboradores.
Según estos personajes de nuestra farándula política, la sociedad española vive sumergida en la época
preescolar, de ahí que Rajoy recurra una y otra vez a esa etapa de la vida para igualarnos intelectualmente hablando.
Uno supone que en cada mitin de su partido se reparten toda clase de chupa-chups, chupetes y biberones para mantener contento al personal, no se vaya armar un berreo general ante sus capciosas palabras, sacadas de cuentos como Caperucita roja, Los tres cerditos...
Y es que, según el Partido Popular, el Gobierno de Rodríguez Zapatero está lleno de lobos, con unos colmillos tan pero tan grandes que el pánico recorre cada rincón del país, traspasando incluso nuestras fronteras; según se extrae de las últimas declaraciones de la secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, son socios de piratas, se sientan en la mesa con miembros de Al Qaeda y toman el té con los marroquíes.
Mariano Rajoy olvida que muchos dejamos la infancia hace muchos años, y no nos tragamos tantas mentiras y tanta demagogia.
Luis Enrique Dorado / Madrid

Sáhara Occidental, un problema aún pendiente de resolverse
Mariano Rajoy no cambia en su política de acoso y derribo contra el Gobierno socialista.
Resuelto felizmente el problema de Aminatou Haidar, la desgracia de esta gran mujer le sirve a Mariano Rajoy para atacar a Rodríguez Zapatero y para sacar réditos electorales. ¿Acaso espera con estas estrategias conseguir el Gobierno de España? Pues qué equivocado está.
Todas las fuerzas políticas de este país, a excepción del Partido Popular, como siempre, apoyan al Ejecutivo para intentar que Marruecos resuelva de una vez por todas el problema del Sáhara Occidental, del que España es responsable directa. El Sáhara Occidental se merece su independencia y Marruecos debe acatar todas las resoluciones de la ONU, le guste o no.
Guillermo Sánchez Ludeña / Madrid

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