Cartas de los lectores

9 de abril

Pido ayuda a Chile y Argentina
Dado que en España no es posible investigar los crímenes del franquismo; dado que la ley de punto final hispana está por encima de los tratados internacionales firmados por el Estado español en materia de derechos humanos; dado que las cunetas siguen llenas de injusticia y los familiares seguimos llenos de memoria, me atrevo a pedirle a Argentina y a Chile que nos devuelvan el favor.
Solicito que abogados de estos países denuncien al Estado español por no investigar los crímenes de lesa humanidad cometidos por los franquistas, ya que continúan impunes.
Que se abran las fosas, que se anulen las sentencias de muerte, que se haga justicia.
España es el segundo país del mundo en número de desaparecidos. Miles de niños fueron secuestrados por los asesinos y torturadores de sus padres. Por favor, ayudadnos.
Miguel Hernández Alepuz / Valencia

Togas que huelen a rancio y a moho
En los años de la nada modélica Transición, el alcalde de Jerez de la Frontera Pedro Pacheco manifestó su impotencia ante la conducta de algunos jueces exclamando: "La justicia es un cachondeo".
Ahora, bajo la máscara de la justicia como poder independiente, estamos asistiendo al linchamiento de un juez, Baltasar Garzón.
La España vencedora en la guerra, la franquista sin pudor, se hace eco de las organizaciones criminales que eliminaron la legalidad y el Estado de derecho en la República y sembraron el terror en la dictadura. Son los que han procesado al magistrado. Paso vergüenza de ser español. El mundo entero está perplejo. Y los jueces cuyas raíces se hunden en el franquismo comparten alegría con La Falange. Una agrupación convicta y confesa de constituir el fascismo en estado puro. Las cunetas están abrasadas con la sangre de sus víctimas.
El juicio será impecable, pero algo huele a podrido entre las togas de los jueces de España.
Pedro Taracena Gil / Madrid

La corrupción en el PP y la impunidad de la derecha
¿Qué está pasando en este país? ¿Somos indiferentes ante la corrupción de la derecha?
Ante el caso Palma Arena, Rajoy dice que Matas se defienda, si es que puede, en vez de expulsarle del partido fulminantemente.
Ante el caso Gürtel calla (el que calla otorga), ignora las graves imputaciones a Luis Bárcenas, le mantiene el despacho en Génova y le paga sus abogados hasta que el propio Bárcenas decide pedir su baja temporal del partido. ¿Acaso tiene miedo a que tire de la manta?

Javier Arenas dice de Bárcenas que es una gran persona y que ha hecho una gran labor en el PP, justificándole. No me extraña, ya que fue él, junto a Álvarez Cascos, quien contrató a los presuntos corruptos.
En Valencia, su alcaldesa, Rita Barberá, quita importancia al caso Gürtel y niega toda imputación, mientras sigue derribando el barrio del Cabanyal, saltándose la ley a la torera.
En Madrid, Esperanza Aguirre no pierde ocasión para desbancar a Rajoy y, a pesar de expulsar a sus corruptos, los sigue utilizando en las votaciones de la Asamblea, sigue sin explicar la corruptela de Fundescam y el espionaje a gente de su propio partido.
Mientras tanto, los jueces franquistas sientan en el banquillo a Garzón. ¿Por qué? ¿Por destapar la trama Gürtel o por investigar los crímenes franquistas? ¿La derecha de este país es impune? ¿Dónde está la Justicia? Se ha quitado la venda de sus ojos.
En las siguientes elecciones, tanto autonómicas, municipales, como generales, según las encuestas, el PP sacaría mayoría absoluta. ¿Somos tontos los españoles? Si esto sigue así, me exilio, me da vergüenza ser español.
Guillermo Sánchez / Madrid

La fianza que ha conseguido pagar Jaume Matas
El ex líder balear y ex ministro de Aznar no ingresará en prisión, de momento. Depositó la fianza que el juez del caso le impuso de tres millones de euros. Se trata de la cantidad más elevada exigida. Difícil panorama el que tiene ahora por delante el presidente del PP. Al ciudadano de a pie tal cantidad le seca la boca, generándole desconfianza.
Recordando aquella frase de George Bernard Shaw: "El dinero no es nada, pero mucho dinero, eso ya es otra cosa".
Miguel Sánchez Trasobares / Zaragoza

La fiesta reservada de la vivienda
Aunque contenidas, comienzan a darse muestras de satisfacción porque el precio de la vivienda comienza a repuntar tras casi tres años consecutivos de caída. Pero ya se sabe que esto de la alegría va por barrios, y la realidad indica que la mayor parte de la población no tiene grandes motivos para compartir semejante sentimiento.
En el año 1996, el salario medio de los españoles era de unos 14.500 euros anuales, y el de una vivienda de 100 metros cuadrados rondaba los 67.000 euros, es decir, había que destinar el salario bruto de 4,6 años para adquirir un piso. En 2009, el salario medio de los trabajadores fue de 21.700 euros aproximadamente, y el de una vivienda de la misma superficie alcanzó la cifra de 189.000 euros tras experimentar un incremento del 182%, o sea, el ingreso bruto de 8,7 años de trabajo.
Si para adquirir una residencia hay que trabajar prácticamente el doble de tiempo que hace 14 años, si se recomienda que los salarios deben mantenerse a una temperatura inferior a los cero grados centígrados, si hacerse un plan de pensiones privado es una medida preventiva para sortear futuras penurias..., ¿quiénes pueden celebrar que este bien de primera necesidad continúe experimentando nuevas subidas?
Da la impresión de que la fiesta está reservada a una minoría; esta parece ser la tendencia social de las últimas décadas.
Alejandro Prieto Orviz / Gijón (Asturias)

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