Cartas de los lectores

2 de junio

La impunidad del Ejército israelí en su asalto
Dicen que el asalto israelí a la llamada Flotilla de la Libertad amenaza con convertirse en una grave crisis internacional.
El problema es que hace años que Israel está creando una grave crisis internacional.
O, si no, que se lo pregunten a sus
vecinos.
Josep Robert Reig Miró / Barcelona

Groucho Marx
y el comportamiento de la UE

Decía Groucho Marx: "Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros".
A diario observamos esta falta de integridad en algunos gobiernos: a China se le conceden los Juegos Olímpicos a pesar de los pesares, nos inventamos la Alianza de Civilizaciones y vendemos armamento como rosquillas...
En 1998, la Unión Europea creó el Tribunal Europeo de Derechos Humanos para responder ante la violación de los derechos reconocidos por el Convenio para la Protección de los Derechos Humanos y de las Libertades Fundamentales, mientras tuviesen lugar en territorio de un Estado miembro del Consejo de Europa, al cual pertenece la Federación Rusa, donde las violaciones de los derechos son continuas.
¿Y qué tenemos? Cumbres semestrales Unión Europea-Rusia, sobre temas mucho más contantes y sonantes que las violaciones de los derechos humanos.
En la agenda de la cumbre que se celebró entre el lunes y el martes de esta semana no había ningún epígrafe que diera o pidiera explicaciones sobre los casos de Anastasia Baburova, Stanislav Markelov, Anna Politkovskaya, Natalia Estemirova o Aleksei Sokolov, que en su día denunciaron la violación de sus derechos o los de sus compatriotas y que fueron silenciados por la misma gente con la que la plana mayor de Europa se acaba de sentar a la mesa.
Ya lo decía Groucho Marx: "Hay cosas mucho más importantes que el dinero, ¡pero cuestan tanto!".
José M. Rodríguez Gutiérrez
Sevilla

Una alternativa para reducir

el déficit
Si de lo que se trata es de reducir el déficit, animo al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a que, en lugar de recortar derechos sociales, lo haga aumentando ingresos, persiguiendo de manera decidida el fraude fiscal y la economía sumergida.
Teniendo en cuenta que España es uno de los países desarrollados con menor número de funcionarios, ¿por qué no sacar a algunas personas de las listas del paro, contratando desde peones en invernaderos hasta cargos superiores en la agencia tributaria para perseguir y eliminar la lacra que supone este enorme fraude?
Por sentido común se comprende que esta gente contratada se ganaría muy bien el sueldo, pues serían mucho mayores los ingresos; por otra parte, aunque fueran muchos miles los ciudadanos pillados in fraganti, seguramente serían muy pocos los votos que perdería el PSOE. Los ladrones no suelen votar en este sentido.
Miguel López Zoyo

¿Para qué quiere abaratar
el despido Díaz Ferrán?

Soy empleada de viajes Marsans y, ante las noticias que están surgiendo estos días, me pregunto: ¿para qué quiere Gerardo Díaz Ferrán abaratar el despido si a él, presidente de la CEOE, le va a salir gratis? Porque nuestros despidos los van a pagar el resto de españoles, no él ni su socio en la compañía.
¿Para qué abaratar el despido si él nos puede explicar cómo deshacerse de más de mil empleados sin soltar un duro? Vamos, ni el finiquito ha pagado, y en breve se deshará del resto y también le saldrá gratis.
Beatriz Barbudo del Cura

La red del AVE planificada
en España es insostenible

Después de China, el Estado del mundo que tiene más kilómetros (en construcción y en servicio) de líneas de tren de alta velocidad es España.
Y, claro, esta inversión tan antieconómica se ha puesto en marcha con una mentalidad muy centralista. España ha dilapidado, desde hace más de una década, 50.000 millones en líneas de alta velocidad, la gran mayoría totalmente insostenibles.
Esta política sólo se podría definir como de jacobinismo ferroviario. Pero, cuidado, ni en el país del jacobinismo por excelencia se han cometido tantas barbaridades. Efectivamente, el Estado francés, como país centralista por antonomasia, ha sabido ser más inteligente y, sobre todo, ha planificado mejor una inversión en transporte público ferroviario teniendo mucho más en cuenta a los usuarios del tren. Ante esta planificación en nuestro país, las consecuencias son nefastas.
De esta manera, se han derrochado unas inversiones públicas que eran necesarias en otros ámbitos y, lo peor de todo, no se ha blindado el tren convencional, el tren básico del día a día para las necesidades básicas de la mayoría de los ciudadanos.
Josep M. Loste y Romero
Portbou (Girona)

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