El goteo de adhesiones a favor de JUAN ROSELL, inaugurado hace diez días por la poderosa Confemetal, abona la hipótesis de que esta vez el presidente de la CEOE tampoco va a salir de una elección abierta. En sus 33 años largos de historia, al frente del movimiento empresarial han estado, sucesivamente, CARLOS FERRER SALAT, JOSÉ MARÍA CUEVAS y GERARDO DÍAZ FERRÁN. Pues bien, todos ellos llegaron al cargo sin necesidad de batirse en las urnas, debido a la ausencia de otros candidatos, aunque es verdad que hubo algún infructuoso amago. En febrero de 2007, por ejemplo, SANTIAGO HERRERO ya quiso entrar en la pelea, pero dio marcha atrás cuando el resto de los vicepresidentes cerraron filas en torno al sucesor señalado abiertamente por Cuevas.

Ahora, tanto Herrero como JESÚS BANEGAS podrían verse abocados a tomar una decisión similar si su adversario catalán continúa cosechando apoyos y ven la derrota demasiado cerca. De momento, ambos andan en negociaciones para unir sus fuerzas, según anunciaron la semana pasada, lo que en el fondo supuso un

El presidente de Foment del Treball ha dicho en repetidas ocasiones que estaría dispuesto a integrar en su candidatura a Herrero y Banegas en aras de reunir el máximo consenso. Esa opción es vista con buenos ojos por gran parte de los dirigentes de la patronal, pues simplificaría notablemente las cosas; sin embargo, requiere algo tan poco común como que los dos peor parados dejen a un lado sus egos. Cuando decidieron salir a la palestra, uno y otro debían de creer a pies juntillas que tenían la victoria al alcance de la mano y no parece demasiado probable que cambien de opinión hasta que consideren irremediable el fracaso.

Que el ánimo empezaba a flaquearles quedó meridianamente claro el mismo día en que hablaron por primera vez de la posibilidad de presentarse en coalición, sin que hubiera acuerdo siquiera sobre cuál de los dos  encabezaría la lista. Hoy, Herrero tiene programada una comparecencia pública en el Forum Nueva Economía, de Madrid, donde lo presentará el líder de CEIM, ARTURO FERNÁNDEZ, y será ocasión de comprobar si al menos él se ve todavía con ganas de seguir luchando en solitario.