De lunes

Salvar a los banqueros

El 5 de marzo de 1933, al día siguiente de su investidura, Franklin D. Roosevelt ordenó el cierre de los bancos estadounidenses. La United States Bank Holiday fue la primera medida del nuevo presidente, que sustituía al republicano Hoover, el presidente del Crack del 29. Había llegado la hora, dijo Roosevelt, de que los especuladores sin escrúpulos fueran juzgados por "la Corte de la opinión pública".

La medida estuvo en vigor pocos días, hasta la aprobación la Emergency Banking Act, que estuvo lista el 9 de marzo. En los tres días siguientes reabrieron el 75% de los bancos que aprobaron el examen de solvencia del Departamento del Tesoro.

Cuando llegó al poder, Obama no se atrevió a castigar a los especuladores que habían provocado la Gran Recesión, la peor crisi desde el 29. En dos años, los mandatarios del G-20 solo han amagado sin dar a los culpables. Hasta que el cabreo de los millones de americanos de clase media, a los que los banqueros deben 117.000 millones de dólares, ha pasado factura a Obama en Massachusetts. Ahora, el presidente promete que los culpables pagarán "hasta el último centavo" y los europeos se suman a la iniciativa de palabra. Perciben que en el cabreo de las clases medias anidan los ismos más peligrosos.

 

A Roosevelt le llamaron rojo, tullido, drogadicto u homosexual. A Obama, negro, bolchevique, imbécil y populista. De momento. Como les dijo el presidente de la silla de ruedas: " ¿Por qué os enfadáis? Lo hago para salvar al capitalismo". Lo mismo hace el presidente negro, salvar al sistema y a los banqueros de su insaciable codicia.

 

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