Dominio público

Feijóo, contra los permisos de maternidad

Ana Pardo de Vera

Que Isabel Díaz Ayuso y Alberto Núñez Feijóo han entrado en una competición de a ver quién lanza el titular más excéntrico contra el Gobierno de Pedro Sánchez lo saben hasta en los cimientos de Génova, pagados en A o en B, ya no me acuerdo, porque la sede sigue estando en venta con poco éxito.

El problema es que cuando un dirigente presuntamente moderado, el "referente moral" de un partido, el "decano" de las mayorías absolutas ya inexistentes, el que está a días de ser ungido como presidente del principal partido de la oposición, alternativa de Gobierno, entra en una espiral como ésta, arrollado por una joven dirigente que ha esculpido su liderazgo a golpe de oportunismo y dolor de entrañas durante una pandemia de dos años, corre el riesgo de estrellarse con todo el equipo, ergo, con todo el aparato del PP.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, desconcertada por el protagonismo que le robó su homólogo de Galicia durante la XXVI Conferencia de Presidentes celebrada en La Palma el pasado domingo, decidió lanzar un titular que, o por ignorancia o por perversidad, debería haber sido contestado, ya no solo por el Gobierno de coalición, sino por todas las mujeres de este país y su memoria histórica de desigualdad y exclusión. Seguramente, en otro momento, la misma Díaz Ayuso -al menos, la que yo conocí- contestaría a Díaz Ayuso por semejante comentario imposible en forma y fondo: "Si quieren [el Gobierno] ayudar a la igualdad y a las mujeres, nada mejor que ayudarlas a afrontar la cesta de la compra y los gastos de energía con estos 20.000 millones".

La jefa del Ejecutivo madrileño se refería al Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres 2022-2025, aprobado por el Consejo de Ministros de la semana pasada y que ejecuta una transversalidad absoluta sobre todas las competencias del Gobierno para tratar de ganar terreno a un mundo que nos ha sido completamente hostil con respecto al hombre, de arriba a abajo y de izquierda a derecha.


Por si faltaba algo, y en esa guerra declarativa a la que me refería al inicio de este texto, Feijóo decidió arropar a la presidenta madrileña y lanzar una peor, por cuanto viene del líder nacional aclamado: "Nos hemos enterado por una nota de que se van a destinar 20.000 millones a políticas de igualdad, no sabemos más [¿?]. En un momento en el que no podemos pagar el precio de la luz, cierran las fábricas, los barcos no pueden salir a pescar y el sector agrario no puede pagar la factura del combustible, plantear 20.000 millones para políticas distintas a las prioridades uno, que es llegar a fin de mes, no nos parece acertado". Para ser un presidente autonómico, "referente moral", "decano de mayorías absolutas", "moderado" y no sé cuántas virtudes más, el futuro-presente líder del PP debería estár más y mejor informado.

Primero, el Plan Estratégico para la Igualdad Efectiva de Mujeres y Hombres entre 2022 y 2025 (cuatro años, a poco más de 5.000 euros por año) fue aprobado por el Consejo de Ministros del pasado martes, cuatro días antes de que Feijóo aterrizase en La Palma. Tiene su desarrollo y hasta su Memoria Económica colgadas en la web desde idéntico día; por cierto, 8 de marzo; por cierto, Día Internacional de la Mujer. Si Ayuso y Feijóo se molestan en leer el desarrollo de este proyecto, verán que el 90% del montante acordado se destina a garantizar cositas como los permisos de maternidad y paternidad de toda la vida, pero en modo avanzado; en escuelas infantiles de 0 a 3 años de carácter público, ese tipo de servicio que ni al presidente de Galicia ni a la de Madrid les resultan eficaces porque no hacen negocio; en tratar de lograr una conciliación que afecta tanto a hombres como a mujeres para que la igualdad (¿recuerdan?) sea efectiva y real y su carencia no la acabemos pagando nosotras; en prevención contra las violencias machistas (ésas que sus socios de Vox niegan en su pacto de Gobierno con su colega Alfonso Fernández Mañueco en Castillo y León) y en protección y ayuda a sus víctimas, sean mujeres, sean padres o madres dependientes o sean niños y niñas, hijas e hijos.

Algunas intuíamos que la homóloga madrileña de Feijóo no iba a tardar a desafiar el elogiado "pragmatismo" (también) de éste con declaraciones estruendosas y desafiantes, dirigidas, sobre todo, al presidente gallego. Con lo que no contábamos era con que el aclamado líder del PP entrara tan rápido, como elefante en cacharrería. ¿Ya le queda tan grande el liderazgo nacional del PP a Feijóo que tiene que expulsarnos a las feministas de su concepto de país? Se le va a quedar muy pequeño, entonces.


Más Noticias