Dominio público

¿Y si fuera Zapatero el candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid?

Sato Díaz

Jefe de Política de 'Público'

El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante la inauguración de la exposición sobre los 40 años de la victoria electoral del PSOE de 1982, en la sede socialista de la madrileña calle Ferraz. E.P./Alejandro Martínez Vélez
El expresidente José Luis Rodríguez Zapatero con el jefe del Ejecutivo, Pedro Sánchez, durante la inauguración de la exposición sobre los 40 años de la victoria electoral del PSOE de 1982, en la sede socialista de la madrileña calle Ferraz. E.P./Alejandro Martínez Vélez

Un enigma, de los secretos políticos mejor guardados en tiempos de filtraciones. La brega política se da, sobre todo, en el tablero de la comunicación y la competición entre medios es feroz. Por eso, parece mentira que a tan poco tiempo de que termine el plazo para la presentación de candidaturas a las primarias del PSOE (el 22 de noviembre) de cara a las elecciones municipales del próximo 28 de mayo, todavía no se sepa cuál es la apuesta de Ferraz para disputarle a José Luis Martínez-Almeida el Consistorio de Madrid.

Y no será por falta de interés. Las especulaciones han sido de lo más diversas, poco a poco se han ido descartando, pero ha habido pretendientes a presidir el Palacio de Cibeles para todos los gustos. Desde el presentador televisivo del corazón Jorge Javier Vázquez hasta responsables de ministerios como Fernando Grande-Marlaska (Interior), Pilar Llop (Justicia), Félix Bolaños (Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática), Margarita Robles (Defensa) o Reyes Maroto (Industria, Comercio y Turismo).

Los chismorreos han llegado a señalar al expresidente del Congreso y exministro José Bono. Los mentideros madrileños hablan de un ofrecimiento del PSOE al director del Instituto Cervantes, el poeta Luis García Montero, viudo de la escritora Almudena Grandes. En la plaza se ha llegado a gritar el nombre del ínclito periodista Iñaki Gabilondo.

Hace un tiempo, todo indicaba que la compañera de tándem en mayo de Juan Lobato (secretario general del PSOE madrileño y candidato a la presidencia de la Comunidad) sería la actual delegada del Gobierno en Madrid, Mercedes González, que hoy cotiza a la baja. Y, de reojo, se apuntaba a las concejalas del grupo municipal socialista, las que cavan la zanja del día a día de la política municipal de la capital: Mar Espinar (portavoz tras la espantada de Pepu Hernández) y Enma López. En el hipódromo madrileño no ha faltado apuestas por el expresidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero.

"Si ganamos el Ayuntamiento de Madrid, habremos ganado el 28M, habremos ganado las elecciones municipales de toda España", aseguran fuentes de la dirección socialista. En Ferraz, disimulan tomarse en serio, por primera vez en lustros, Madrid. Han conseguido crear una expectación inusitada sobre quién optará por el PSOE a dirigir Cibeles la próxima legislatura. Son conscientes de que doblegar al PP en la capital taparía posibles derrotas en otros territorios en las municipales y autonómicas de mayo. Conquistar la villa de Madrid, para el PSOE, sería una inyección de energía de cara a las generales previstas para finales de 2023 en las que Pedro Sánchez aspira a revalidar la Moncloa contra las predicciones de las encuestas.

Por eso, salvo que sea el farol mejor disimulado de la historia y, en realidad, sea un bluf, el PSOE conserva en secreto la candidatura para la capital de los comicios de la próxima primavera. Tan solo conocen quién será el futuro candidato unas cuantas personas: el mismísimo Sánchez, el propio Lobato, el secretario de organización Santos Cerdán... Han conservado un secreto más allá de lo que era predecible.

Desde el partido dan algunas pistas a los periodistas, dan pasos sobre seguro; algunas veces da la sensación, incluso, de cierta improvisación, como si, en realidad, nada estuviera decidido y estuvieran creando un clima y expectación que les podría explotar en las manos si la candidatura no estuviera a la altura. Según aseguran, "es una persona que no necesita presentación, que es reconocida por la ciudadanía". Además, "tiene un perfil que marida con los valores socialistas", aseguran unas fuentes, que evitan garantizar que pague las cuotas de militancia del partido. Otra versión indica que pertenece a la Federación Socialista Madrileña, socialista de los de carné.

Y es que el PSOE tiene varios objetivos en Madrid. Por un lado, intentar gobernar. Por otro, crear partido, romper con la inercia de que Madrid es un lugar de paso, un escaparate político para dar el salto a la política de ámbito estatal, quieren generar cuadros y liderazgos. Además, otra meta tiene que ver con establecerse como líder de la oposición, quedar, al menos, segundos. En la capital, la fuerza política más votada en 2019 fue Más Madrid, que se presentaba con Manuela Carmena como cabeza de cartel (hoy la líder es Rita Maestre). En la Comunidad, la segunda fuerza también fue Más Madrid, liderada por Mónica García hace año y medio. El PSOE es, a día de hoy, cuarta fuerza política en la ciudad y tercera en la autonomía.

"Si ganamos Madrid, ganamos las municipales de toda España", repiten en Ferraz. "Zapatero es el mejor alcalde de España", afirmaba la difunta Carme Chacón sobre su entonces presidente del Gobierno por la inversión para los municipios que significó el Plan E, conjunto de medidas impulsadas por el Gobierno socialista para sostener la economía en el estallido de la crisis financiera del 2008.

¿Y si fuera Zapatero el candidato del PSOE para Madrid? Planteémoslo, aunque solo sea como hipótesis. Desde luego, sería una campaña polarizada, en la que Almeida tendría menos que decir. En un polo, el expresidente del Gobierno, que viene siendo objetivo de la derecha desde 2004, en las municipales; al otro, Isabel Díaz Ayuso, desde las autonómicas. Dos partidas que se juegan simultáneamente.

Los hay quienes creen que, tras la experiencia de las elecciones de 2021, polarizar y movilizar frente a Ayuso no es una buena idea. Quienes piensan así consideran que las opciones de ganar el Ayuntamiento para el PSOE pasarían por disputarle al PP el centro (si es que sigue existiendo ese espectro al que una vez quiso abrazar Ciudadanos antes de casi desaparecer) o, incluso, un segmento del electorado derechista. Ahí jugarían su papel candidatos con un perfil como el de Robles o el propio Bono, con tonalidades conservadoras.

Otra valoración dice que hay que movilizar a los segmentos sociales no politizados. Ahí entraría la hipótesis Jorge Javier (que se autodescartó el jueves en su programa Sálvame): llevar hasta las urnas a sectores de población que no se significan por unas siglas ni están seducidos por la política es el gran reto de la democracia actual. Un mal ejemplo de esta forma de verlo estaría en Pepu Hernández, el exseleccionador de baloncesto que fue el candidato socialista a la Alcaldía en 2019. El triple fue... casi mortal. Ejemplos de estos perfiles de personalidades provenientes de otros ámbitos ajenos a la política serían, según han ido sonando y descartándose, García Montero (al que no le fue muy bien como candidato de IU a la Comunidad en 2015) o Gabilondo, el periodista y autor de la mejor letra del himno de España.

Luego están quienes aseguran que el PSOE ha de movilizar a la izquierda (en sintonía con el giro discursivo dado por el ejecutivo de Sánchez desde el verano) y que, precisamente, con este al frente del Gobierno y del partido no hay posibilidad de seducir al votante de derechas. Tras la constante campaña contra Sánchez y el Gobierno de coalición desde los medios de derechas, en su mayoría con sede en Madrid, cuesta pensar que un votante conservador se decante por una papeleta con el dibujo del puño y la rosa. Desde este punto de vista de movilizar a la izquierda, tendría sentido la hipótesis Zapatero.

Si fuera Zapatero (u otro candidato capaz de activar al electorado zurdo) el candidato del PSOE al Ayuntamiento de Madrid, supondría también un terremoto para el espectro de las izquierdas. Ahora mismo, Más Madrid opta por presentarse en solitario a las municipales en una candidatura encabezada por Rita Maestre. Por otro lado, Podemos ya ha presentado a su candidato: Roberto Sotomayor. IU ha de iniciar su proceso de primarias próximamente. Dos (al menos) candidaturas a la izquierda del PSOE con un candidato de perfil izquierdista parece, a todas luces, una mala opción. Si por el contrario los socialistas optaran por un candidato conservador (hipótesis Robles o Bono), en Más Madrid, Podemos o IU podrían aventurarse a la desunión con mayor facilidad.

Si fuera Zapatero (u otra candidatura de verdadero impacto) la opción del PSOE al Consistorio, le haría un buen favor a Juan Lobato, quien todavía no goza de un gran nivel de conocimiento entre la ciudadanía madrileña. Podría hacer un tándem en unas elecciones en las que es difícil que se dé la dualidad del voto, no se suele votar a un partido para Cibeles y a otro para la Puerta del Sol en una votación simultánea.

¿Y si fuera Zapatero candidato al Ayuntamiento de Madrid? La pelota está ahora en el tejado del PSOE. Comunicativamente hay que reconocer que han conseguido crear expectación en cuanto al quién será. En unos días sabremos si era una jugada maestra o si se desinfla el farol y era un bluf.

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