Jordi Angusto
Economista asociado a econoNuestra 

Redes de economistas progresistas de toda Europa se reunieron el pasado día 19 en Bruselas, en la sede del Parlamento Europeo, a fin de compartir una diagnosis de la actual situación económica europea y de elaborar unas propuestas que hagan posible reconducir Europa hacia un camino de justicia y prosperidad compartida.

Respecto a la diagnosis, tres puntos de consenso absoluto:

1. La integración monetaria acentuó, en lugar de resolver, las asimetrías estructurales de los diferentes estados de la Unión.

2. Créditos y deudas simétricas lo ocultaron hasta que estalló la crisis.

3. El programa de austeridad impuesto a los deudores ha sumido Europa entera en recesión y amenaza con establecer la desigualdad como elemento estructural.

Interesa destacar que también los economistas alemanes presentes en la reunión subscribieron la diagnosis, llamando la atención sobre la desigualdad imperante en su propio país, donde un 30% de la población activa está subempleada (22%) o en el paro (8%).

Se constataba, pues, que toda Europa ha pasado del diálogo al dumping social, utilizando salarios y trabajadores como la variable de ajuste para recomponer y aumentar el capital.

De ahí que las propuestas para alcanzar otra Europa consistieran en:

A)  Acabar de una vez por todas con el programa de austeridad.

B)  Establecer la igualdad y el empleo como objetivos prioritarios de la UE.

C)  Basar el crecimiento en el consumo interno y las correspondientes inversiones.

D)  Promover e invertir para conseguir una transición energética 100% renovable.

E)   Mutualizar la deuda actual entre deudores y acreedores.

F)   Penalizar superávits y déficits exteriores hasta su desaparición.

G)  Crear una agencia industrial europea que promueva iniciativas industriales regionales.

En definitiva, en lugar de dejar que los mercados impongan su ley, imponer la ley que los ha de regir y establecer los objetivos que justifican la existencia misma de la Unión Europea y que han de permitir que valga la pena soñarla de nuevo.

Ahora toca a los ciudadanos decidir qué Europa quieren. Por el momento, las encuestas dan un increíble empate entre el ala neoliberal que nos ha llevado a la crisis, para posteriormente hundirnos en la recesión, y el ala socialdemócrata que hizo de Europa un continente envidiable, gracias a la prosperidad compartida y el crecimiento sostenido. Entonces fue posible por la amenaza comunista; hoy debería serlo por la dignidad reclamada por millones de europeos.

Desde econoNuestra apostamos por el debate como primer paso para construir otra Europa (véase el debate sobre Otra Europa en Espacio Público).