Elisa Serna

SE ACABÓ LA SIESTA. YA ESTAN AQUÍ

 

 

La organización de tres grupos diferenciados, para-militares, neo-nazis en Italia, supone para todo demócrata, la alarma máxima, a rebato, sobre el estado de las democracias Europeas y reclama el compromiso político con las Teorias de la Liberación, y las Cartas de Derechos Humanos, que trás el proceso de Nüremberg, refundaron Europa, en 1946. Manolo Saco, lo expresa, con toda claridad en su blog.

 

"El partido La Destra (La Derecha) del neofascista Storace, ex ministro de Sanidad con Berlusconi, ha organizado sus Brigadas Negras, remedo de los camisas negras de Mussolini, con el nombre SSS (Socorro Social y Seguridad), una "ese" más que la organización paramilitar del partido nazi, las SS.

 

Los camisas verdes, de la neofascista Liga Norte, también ha sacado a la calle a sus militantes, con la disculpa de organizarse mejor para la ronda ciudadana, a la busca y captura del inmigrante ilegal"

 

Este nuevo salto cualitativo hacia el fascismo en Italia, se suma a la obstrucción permanente de las Instituciones Democráticas, en España.

 

Elementos cripto-franquistas o bien integristas nacional-católicos, esgrimen sus creencias, como escudo de su codicia neo-conservadora, cuando no la beligerancia abierta y callejera, a las nuevas leyes que se van aprobando en el Congreso y el Senado, a la Constitución y a los Códigos Civil y Penal.

 

Encubren, en el caso español, las responsabilidades políticas sobre los crímenes de lesa humanidad, perpetrados en nuestro país, hace ya setenta y tres años, pero que no prescriben, según el Tribunal Penal Internacional.

 

Como es bien sabido, mediante un Golpe de Estado a la II República Española, el fascismo internacional, basicamente europeo, alemán, italiano, portugués y marroquí, el pueblo español fué aplastado en una cruenta guerra civil.

 

Perdida la guerra por el Frente Popular, el fascismo español se resolvió en desarrollar una especie de Solución Final: la aniquilización física, el Genocidio de mas de 192.648 prisioneros y prisioneras republicanas, desarmados e indefensos.

 

 

El ascenso del fascismo en Italia, debe ser, en mi opinión, cortado de raíz por el Tribunal de Derechos Humanos de Estrasburgo, el Parlamento Europeo, y ante todo, la ONU. Será imprescindible, no obstante, que se produzca un rearme ético, una politización de las sociedades europeas.

 

Negar por inhumana y racista, la sinrazón fascista juzgada en Nüremberg, y que militantes y ciudadanía defiendan respetuosa y decididamente, en sus trabajos, en su vecindad, en la universidad y el sistema educativo entero, los principios y valores humanistas, que se desprenden de la Declaración Universal, o los programas políticos máximos de los partidos y sindicatos, plataformas, asociaciones o lobbys que componen la pluralidad de izquierdas.

 

 

Si desde los años noventas el neoliberalismo español ha facilitado a las industrias culturales, las televisiones, la globalización hasta la alienación, el lavado de cerebro de la ciudadanía, hasta conseguir la despolitización, y que los dominados piensen, actúen y voten como los dominadores, parece llegado el momento de que los artistas e intelectuales con poder de convocatoria, se comprometan en defensa de los valores y principios, de la Carta de los Derechos Humanos y verdaderamente socialistas, democráticos.

 

Y el que no este organizado, que se organice ! Se acabó la siesta !

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