El run run

Una monarquía y dos barajas

Teodulfo Lagunero fue enviado por Santiago Carrillo a París para negociar con Juan de Borbón las bases de la restauración democrática en España. Aunque el encuentro duró tres horas, su mensaje fue muy breve: si usted se compromete con la Junta Democrática a echar a Franco, el PCE le garantiza, a usted y a su familia, los títulos, bienes y propiedades si en el referéndum sobre la forma de Estado triunfase la República. El resto de la historia es conocido, y Teodulfo acabó convencido de que don Juan y su hijo, el rey Juan Carlos, jugaban con dos barajas: el primero, con la Junta Democrática y el segundo, con Franco. "Ocurriera lo que ocurriese, siempre ganaban", dice Lagunero. Aquel "niño de la guerra", hijo de un profesor socialista de Valladolid, que estudió Derecho Mercantil, sufrió cárcel por sus actividades políticas durante el franquismo, ganó mucho dinero con los negocios inmobiliarios, financió generosamente al PCE en la clandestinidad, paseó en 1976 a Carrillo (disfrazado) en su Mercedes por toda España, mientras la Policía le buscaba, pagó el pasaje y repatrió desde Roma a su amigo Rafael Alberti... acaba de plasmar su extraordinaria aventura política y vital en un libro que sencillamente ha titulado Memorias.

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