El run run

El ministro de las malas noticias

El ministro de Trabajo y Seguridad Social, Celestino Corbacho, reconoce en conversaciones privadas que no ha tenido ninguna alegría informativa desde aquel día de abril de 2008 en que dejó la Alcaldía de L’Hospitalet para hacerse cargo de la cartera que le ofreció el presidente Rodríguez Zapatero. Entonces el paro ya crecía de un modo apreciable y luego la destrucción de empleo se aceleró de una manera endiablada. Su previsión de que no íbamos a alcanzar los cuatro millones de parados ha quedado desbordada por la realidad. Su plan de retorno voluntario de inmigrantes no ha funcionado, como revelan los datos que ha facilitado a su compañera diputada catalana Esperança Esteve, según los cuales, sólo 463 inmigrantes se han acogido al mismo en Catalunya y otros 240 han pedido y recibido ayuda social para regresar a sus países. Tampoco el diálogo social ha dado los frutos deseados. El único día que pudo dar una buena noticia fue el 2 de julio, cuando el Inem registró 55.250 parados menos. Pero entonces tuvo que comparecer con Miguel Sebastián y la noticia positiva sobre la desaceleración del desempleo quedó eclipsada por la del titular de Industria sobre el cierre de la central nuclear de Santa María de Garoña en julio de 2013. ¿Cambiará el sino de los tiempos? Corbacho lo desea vivamente, aunque reconoce que durante meses tendrá que seguir dando malas noticias.

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