Tierra de nadie

Recordatorio de Zapatero

La popularizó Stalin y la describió Orwell, aunque los pioneros en aplicar la eliminación histórica del adversario fueron los egipcios. Con Hatshepsut lo hizo Tutmosis III, quien, tras dar matarile a la heredera y un golpe de Estado a la madre, se dedicó a borrar con cincel el nombre de la reina de todos los monumentos públicos. Un olvido similar es el que están practicando los socialistas con Zapatero, que no habrá sido Pablo Iglesias pero que tampoco se merece ser ignorado de manera tan alevosa, hasta el punto de regatearle el mérito de que ETA haya abandonado la violencia durante su mandato. Su foto de ayer con el lehendakari en Ajuria Enea es una manera de conjurar la tentación de algunos por reescribir la historia.

El otro gran éxito que Zapatero se atribuye es el de haber convencido a los mercados de que España no era Grecia, Irlanda o Portugal, empeño que ha terminado siendo un matadero al que ha conducido a su partido y en el que él mismo se ha inmolado creyendo que tarde o temprano la historia le absolvería. Su dicha será completa el día que a su sucesor le toque explicar que España tampoco es Italia, algo que tal y como están las cosas no tardará en producirse. Si algo ha quedado claro tras el debate de anoche entre Rubalcaba y Rajoy, es que el del PP no tiene intención de olvidarle.

El ardor de la campaña está impidiendo ver con claridad que lo que está en juego en Europa y en España no es ya el Estado del Bienestar sino la democracia misma. Metidos a la fuerza en una suerte de darwinismo que selecciona a los países que sobrevivirán al cataclismo, importa poco el signo de los Gobiernos. O se atienen al plan de ruta que los poderes económicos les han trazado o se resignan a caer. Ha ocurrido en Grecia y pasará en Italia, donde una cosa es que tengamos muchas ganas de perder de vista a Berlusconi y otra muy distinta que sea una prima de riesgo la que se le lleve por delante.

Con Zapatero, al menos, se ha podido llegar a las elecciones, aunque el resultado finalmente sea el mismo. ¿Que qué hará el nuevo presidente para sacarnos de la crisis? Lo que le manden.

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