Solución Salina

Aute: "El sexo es el motor del mundo. El amor, un invento para huir de la muerte"

Luis Eduardo Aute / FOTO: JUAN MIGUEL MORALES

 

Xurxo Chapela siempre me dice que el tratamiento de cortesía y respeto en las entrevistas se le hace raro. Mejor tú que usted, un usted que agoniza. "Que usted siga bien", nos despedíamos de los maestros en las aulas del colegio público Francisco Franco, que es como se llamaban antes todos los colegios de España.

Menos mal que luego llegó el instituto... En la escuela me enseñaron algunos de los profesores que habían dado clase a mi madre, lo que da una idea de todo; en el bachillerato los profes de fuera —jóvenes y barbudos, aunque no llevasen barba— abrieron las ventanas, ventilaron las aulas y por los pasillos corrió el aire y el tuteo.

Le comento a Isabel Daza, la guionista del documental sobre los hermanos Quero, guerrilleros antifranquistas de leyenda, que por escrito siempre trato de usted al entrevistado, si bien en persona tuteo a la mayoría, excepto que sea un anciano venerable.

Cruz Novillo, a sus ochenta y cuatro años, es más joven que algunos de cuarenta y ocho, pero no puedo evitar tratarlo de usted, un respeto. Quienes conocen a José María lo llaman Pepe, un hipocorístico heredado por su hijo, también diseñador, para diferenciarse del padre, con quien comparte estudio.

- Ha muerto Eduardo.

- ¿Qué Eduardo?

Hay gente que llama Pepe a los Josés y Paco a los Franciscos, como si supiésemos quiénes son aquellos Pepes o estos Pacos. Quizás Paco sea Umbral y Pepe, Cruz Novillo.  La deliberada omisión del apellido y el uso del apodo o nombre de pila acerca a quien lo dice —o a quien pretende acercarse— a la persona, que suele ser personaje.

Así, a Almodóvar lo llaman Pedro, aunque desconozco si sus amigos íntimos se refieren a él con un mote cariñoso o con un diminutivo, que en su caso condensaría a todo un Almodóvar en una sílaba, como a Penélope, o sea, Pe.

Un verano de 2005 le pregunté a Luis Eduardo Aute si le avejentaba que alguien más joven que él lo tratase de usted. El cantautor le dio la razón a Chapela, aunque sin citar a nuestro poeta del desamor: "Suelo rogar que me tuteen, porque si no es así, no respondo".

Paradójicamente, me fijo ahora que en la entrevista a Aute no es tú, sino usted, aunque sólo se advierta en el uso de la tercera persona del singular. A Luis, o a Luis Eduardo, hay que contradecirlo aunque amenace con no contestar, quién es uno para tutearlo. 

¿Se han dado cuenta de qué mal suena lo de Luis Eduardo? ¿Y lo de Luis? ¿Acaso alguien lo llamaba Lu —o Luisde, o Luisdo, o Luisdu— aunque solo se hubiese cruzado con él mientras esperaba por el ascensor? Señor Aute, aunque se elida lo de señor: Aute.

Hace tiempo, David Trueba escribió en un relato que la juventud termina el día en que tu jugador de fútbol favorito es más joven que tú. A todos nos hace mayores que un niño nos diga señor. Si lo hace un adolescente, nos destroza, aunque el espejo del baño miente: ya eres un viejoven. Aute no contestó si el usted lo envejecía, pero vino a decir aquello de Woody —Allen—, o sea, por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo.

- ¿El amor sigue siendo el motor del mundo? 

- El sexo es el motor del mundo, ¿no? El amor es un invento del ser humano para huir de la muerte. Cuando el ser humano descubre que la muerte existe y la vida no dura toda la vida, valga la paradoja, se inventa el amor como una manera de escapar de esa realidad y para sentirse trascendente a través del cuerpo de la persona amada. Amar es soñar. 

- ¿Pero no cree que el sexo es la gasolina de ese motor y no el motor del mundo?

- Sí.

Quizás la respuesta de Aute fue más larga, aunque me imagino que no: poco más que añadir. Aunque tal vez se explayó con un "sí, claro, pero viene a ser lo mismo, tanto da gasolina o motor", pero se quedó en un lacónico sí porque antes el papel era caro y había que editar —o amputar— las entrevistas hasta que cupiesen en la página del periódico, si te daban una página.

Advierto ahora que la contestación podría ser de titular, aunque la pregunta fuese una trampa. ¿El amor sigue siendo el motor del mundo? Respuesta monosilábica: "Sí". Titular de la entrevista: "El amor sigue siendo el motor del mundo". Somos así: el titular es un invento del periodista  para atraer el clic y huir de la muerte, que es el Comscore.

Sin embargo, él no pisó el cepo y encendió el motor del sexo, mojándolo todo.

A mí me gustó aquello de que "la imaginación nunca está en el poder", que terminaría titulando la entrevista, una de dos.

Luis Eduardo Aute impartía clases magistrales, aunque no fuese un docente, sino un poeta. Y un pintor, brocha fina del erotismo. Y un guionista, tipógrafo del celuloide. Por ser, lo fue todo, también escultor y cineasta, aunque nos acordaremos de él como el arquitecto que cimentó nuestras vidas con sus canciones de amor y muerte, de soledad y tristeza, lo que viene siendo la maqueta de nuestra existencia.

Al alba sería don Luis Eduardo. Al atardecer, profesor Aute. Aunque en su crepúsculo yo me quedo con maestro.

Maestro Luis Eduardo Aute.

@solucionsalina

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