Sombreros de colores

A LA CIUDADANÍA LE INTERESA LA SALUD

Millones de sitios web en todo el mundo, revistas, suplementos de periódicos, programas de radio y televisión tratan sobre salud. Asimismo, para la ciudadanía española, la salud es un tema prioritario en sus vidas, y su pérdida, una preocupación.

El 71,3% de la población española considera que su estado de salud es bueno o muy bueno y desde hace 20 años, los resultados de todos los estudios muestran que la mayoría de los españoles se decantan por una intervención estatal extensa e intensiva en el ámbito del bienestar social (garantizar una asistencia sanitaria de calidad, universal y gratuita, un nivel de vida digno a los ancianos y  a los desempleados,....). Más aún, un 68% de los/as españoles/as afirma que "el Estado debe ser responsable del bienestar de todos las personas y tiene la obligación de ayudarlas a solucionar sus problemas". Además, en torno al 60% de la ciudadanía valora los programas públicos de sanidad, educación, pensiones y desempleo como "muy o bastante eficaces".

Es evidente que la salud como prioridad está de moda. Pero, ¿está en peligro el papel del Estado, incluido ayuntamientos, en su promoción y mantenimiento?

Esto nos preocupa a todos. Sabemos que los sistemas sanitarios tienen un papel esencial en la salud y que afortunadamente en España disfrutamos de uno de los mejores del mundo, si no nos lo estropean las propuestas de privatización y copago.

Pero también sabemos que los recursos o activos más importantes para estar sano y para vivir una vida saludable están fuera de los hospitales y de los centros de salud: están en las ciudades y en los pueblos, en el trabajo, en los lugares de ocio, en los centros escolares, en las fiestas, en los bailes, en la dieta mediterránea y en la gastronomía.

Quizás porque hoy más que nunca, en esta dura época de crisis, somos conscientes de nuestra vulnerabilidad, es necesario invertir en salud. Y es que nos hacen vulnerables las catástrofes naturales como la de Japón, nos hacen vulnerables ciertas formas de gobierno que generan pobreza, violencia y desigualdad, nos hacen vulnerables los fallos de los sistemas sanitarios (las demoras o los laberintos intrincados por donde nos vemos obligados a discurrir sin encontrar soluciones) y nos hacen vulnerables las formas de vida de una sociedad dónde no siempre es fácil optar por fórmulas saludables.

Nos preocupa el sobrepeso y el sedentarismo, que favorecen las enfermedades cardiovasculares, responsables de un tercio de las muertes en nuestro país. Nos preocupan las enfermedades evitables y nos interesa conocer qué podemos hacer para prevenir la enfermedad y para evitar que avance, si ya la padecemos.

Nos gustaría que las ciudades y pueblos generaran salud, trabajos seguros, alternativas de ocio saludables, consumo responsable, más ejercicio físico, menos bollería industrial y menús más equilibrados en los colegios, promoción de nuestra rica y sana dieta mediterránea, establecimientos que den valor a la salud, calles y plazas que faciliten estancias y paseos saludables, transportes que sean respetuosos con el medio ambiente, fomento del uso de la bicicleta, los espacios peatonales y el transporte público no contaminante, prevención del número de accidentes que cada día matan ciudadanos en las ciudades, ...

Señores alcaldes, señoras alcaldesas, candidatas y candidatos: a la ciudadanía nos interesa nuestra salud. ¿Por qué no hay un mayor peso de la SALUD en las políticas locales? ¿Han pensado en incluir propuestas saludables en sus programas electorales? La campaña ha empezado sólo. Aún están a tiempo.

 

 

Más Noticias