Luna Miguel

Ciudad

CIUDAD

¿Cómo se llama esa fobia a salir a la calle? ¿Esa fobia a encontrarte con tu vecina en la compra? ¿Esa fobia a que griten tu nombre en el Paseo Marítimo cuando vuelves de la playa con el pelo pegajoso? ¿Esa fobia a ver la bici de tu último novio aparcada en la puerta de tu cafetería favorita? ¿Cómo se llama, eh? Esa fobia a tus antiguas amigas chonis del colegio. A tus antiguos profesores del instituto. Al kioskero al que no pagaste la revista y a la librera que más de una vez te regañó: "esto no es una biblioteca". Esa fobia al puto perro pelao de la del segundo. A las teterías moras y su té afrodisíaco hiperedulcorado, a los baretos de viejo que huelen a jibia, al H&M del Centro Comercial, a las pintadas de la tapia, a los bancos del puerto, a tu portal, a tu padre, a tu madre, a tu camello... Esa fobia se llama Ciudad de Provincias y la única forma de curarse es salir pitando de allí.

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