Luna Miguel

Demonios, diablos y recórcholis.

DEMONIOS, DIABLOS Y RECÓRCHOLIS

Parecíamos niñas punkis y rabiosas viendo a José María Aznar entrar en nuestra universidad. Parecíamos niñas punkis y rebeldes gritando ¡Asesinos! ante ese dedo corazón que nos mostraron (metafóricamente, claro, no quiero crear ningún conflicto) los organizadores de los nuevos ciclos de cine de terror de serie B en los rehabilitados Cines Luna de Madrid. Y todo porque cuatrocientas personas nos quedamos en la calle sin poder ver Demons, sin poder asistir a ese evento gratuito y maravilloso que a los jóvenes se nos ofrecía esa tarde de viernes. Se trataba, como digo, de una proyección gratuita de aforo limitado. El problema se nos presentó cuando ninguno de los que estábamos en la cola pudimos pasar, sabiendo sin embargo, que dentro de los cines las butacas las ocupaban invitados y colegas de invitados que no tuvieron que esperar. Evento juvenil, freak, cool. Evento para todos los públicos. Pero incluso en lo más underground somos clasistas. Modernos sí, frikis no. ¿Cultura para ellos o cultura para nosotros? Más de lo mismo. Supongo que si algún organizador me hubiera colado y a diferencia de mis colegas yo también hubiese asistido a ese espacio con pretensiones de nuevo Rockola (no terminan regresar los ochenta), mi punto de vista sería totalmente distinto. Aunque, lo que ahora siento, es el dolor del que se queda fuera. El dolor. El terror. El temor a no estar ahí. Confío en que las próximas ediciones todo vaya mejor. Y abajo esos elitismos pop. Si lo que quieren es un movimiento cultural joven: que dejen que surja. Que no nos hagan sentir, al fin y al cabo, como unos zombies torpes de serie B.

Más Noticias