Fuego amigo

Nieva sobre Cuba y Torrelodones

Salí muy de mañana pitando de Ourense, a donde había ido a inspeccionar los destrozos que el temporal del fin de semana anterior había provocado en mi casa del pueblo, dispuesto a llegar puntual a Madrid, atendiendo la convocatoria de repulsa de mi presidenta contra ¿el régimen israelí?, no, contra el régimen cubano.

A la altura de Tordesillas supe por la radio que la entrada a Madrid estaba cortada por una nevada copiosa, según Tráfico, a la altura de Torrelodones, y que no se sabía a qué hora estaría el camino expedito. Paré a comer antes de meterme en la encerrona, y después intenté echar una cabezadita en el coche, con un oído de guardia en la radio, para dar tiempo a los de Protección Civil a que hiciesen su trabajo.

La autopista estaba colapsada por miles de automóviles atrapados por una nevada sin importancia, en la versión subtitulada del Partido Popular. A esa hora, la radio retransmitía el mensaje heroico de Esperanza Aguirre a apenas unos cientos de congregados en su manifestación contra los hermanos Castro (en la capital también nevaba, es comprensible tan baja asistencia) al mismo tiempo que el portavoz del PP en la Asamblea de Madrid, David Pérez, calificaba de "simplemente alucinante" que Fomento haya vuelto a cortar dos carreteras nacionales (la A-1 y la A-6 ) "con una nevada que tampoco es tan cuantiosa".

Es lo que se llama hacer oposición de salón. Si me encuentro delante al tal David Pérez en medio de aquella nevada de los demonios habríamos tenido algo más que palabras, por bocazas, por hablar de oídas. Lo malo es que ya nos estamos acostumbrando a que la gente de la Comunidad de Madrid que nos desgobierna haga oposición con lo primero que le viene a mano. Lo mismo acusan sin pruebas al doctor Montes de asesinato múltiple, que utilizan la lucha antiterrorista para hacer oposición, o que convierten la nieve en una bendición del cielo, o en una metáfora de los desastres del gobierno de Zapatero, según las necesidades del momento.

Así, mientras al bocazas que hablaba de la nieve desde su mesa camilla le parecía que la gestión del ministerio de Fomento era "alucinante", por la radio me llegaba la alegría de Esperanza Aguirre dando gracias al cielo por esa nevada tan oportuna: "Estoy muy contenta de que haya nevado hoy en Madrid, aparte de la belleza de estos copos, porque a Fidel lo que más le va a impresionar es que madrileños y cubanos del exilio hayan salido en un día así a protestar por la dictadura liberticida que lleva cincuenta años usurpando la libertad y la democracia a los cubanos".

No había manera de conciliar una siesta, porque aquello era un sinvivir. La misma emisora que transportaba el mensaje de esperanza (¿lo pilláis?) de la presidenta de Madrid al pueblo cubano, entrevistaba intermitentemente a los conductores atrapados en la nieve desde hacía tres horas, unos cuantos kilómetros más allá. Ajenos a que en Madrid su presidenta trabajaba por liberar a Cuba del tirano, exponiendo su salud a una gripe segura bajo una nevada asesina, todos se preguntaban dónde estaban los medios de Tráfico que deberían liberarlos a ellos de aquel desierto blanco y helado.

Asín de egoístas semos las personas humanas.

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