Fuego amigo

Tenemos un problema de trastorno de personalidad

Lo de ayer demuestra que este país llamado España padece un trastorno de personalidad cuyo nombre desconozco porque lo ignoro (Coll dixit). En cierto modo todo el país se parecía a un aficionado a los toros miembro a su vez de una sociedad protectora de animales. O a un cura pederasta. O a un juez maltratador. O a un bombero pirómano.

El caso es que teníamos en escena una huelga de funcionarios que al parecer pocos deseaban pero que muchos necesitaban, que debería haber funcionado como un ensayo general con todo de una próxima huelga general con todos. Vistos los resultados, creo que los sindicatos deberían tomar nota de que antes de recurrir a una medida de tan grueso calibre hay que gastar mucha más energía en pedagogía sindical. Porque se podría caer en un error de percepción pensando que el funcionariado es la clase obrera de este país.

Entre los síntomas de ese trastorno encontrábamos a funcionarios con problemas éticos para movilizarse en favor "de lo suyo" cuando el paro en la clase verdaderamente obrera ronda los cinco millones. Y a un gobierno de un partido Obrero y Español que no ocultaba su satisfacción porque la huelga de sus obreros hubiese sido secundada por apenas un 11% de los funcionarios. La esquizofrenia nacional.

Para mayor trastorno, mientras el PP animaba a los obreros funcionarios a acumular horas perdidas en huelga contra su patrón, su presidente Mariano Rajoy, en vista de que sus correligionarios europeos transitan por la misma senda de recortes salvajes, aseguraba que las medidas del gobierno español son sensatas pero que llegan tarde.

Creo que nos hemos pasado con la receta de los hongos alucinógenos.

Más Noticias