Fuego amigo

¿Dónde está Dulce?

Parece ser que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, "Espe" para la gente del foro, es la candidata oficial de su partido para el mismo puesto en las próximas elecciones autonómicas. Parece ser, también, que la condesa de Murillo consorte se postula sin mucho recato entre sus incondicionales para candidata a la presidencia de su partido, en el caso, cada día más probable, de que Mariano Rajoy tire le toalla antes de que los que le teledirigen tiren de la manta.
Ministra de Educación, Cultura y Deportes en el gobierno de Aznar, demostró sobradamente, y con no poca gracia, que no sabía nada de deportes y que su cultura era bastante escasa. Muy educada sí era, por lo visto.
Fue la musa del programa Caiga Quien Caiga (CQC), tanto por su simpatía y cortesía con los reporteros como por el juego que proporcionaba su espontaneidad. Llegó un momento en que me recordaba a Fernando Morán, el que fue ministro de Exteriores con Felipe González, autor de unos cuantos chascarrillos que se vieron multiplicados por mil en el boca a boca malediciente de los españoles. Ya forma parte de la leyenda su presunta declaración sobre "Sara Mago, una excelente escritora", o cuando se quejó de que el Telemadrid de tiempos de Joaquín Leguina había programado en horario de tarde una "película pornográfica" como Instinto Básico, o cuando incluyó a Cataluña entre los países "extranjeros", traicionada por su subconsciente ultra nacionalista.

Yo no digo que necesariamente los ministros de Agricultura deban ser agricultores, ni los ministros de Obras Públicas, ingenieros, ni médicos los ministros de Sanidad. Pero la Cultura... No sé, bastaría con nombrar a alguien culto que no confunda el Turandot con el opá yo viacé un corrá. Porque a veces parece que los ministerios o consejerías de educación y cultura fuesen las marías del Consejo de Ministros, que se aprueban sin ir a clase.
Creo recordar que fue el socialista Luis Solana quien en su toma de posesión como ministro de Cultura dijo aquello de "soy el treceavo ministro..." (hablo de memoria). También le oí por la radio a Marta Cid, consellera de Cultura de la Generalitat de Catalunya, que había que "preveer" no sé qué cosa que al parecer no estaba bien prevista. Tropezar con el diccionario parece una maldición que persigue al cargo.
La última de "Espe" ocurrió ayer por la mañana. Acompañaba a los príncipes en su visita a Fuenlabrada, en el curso de la cual se iba a inaugurar el colegio Dulce Chacón, en memoria de la escritora extremeña muerta en diciembre de 2003. Cuando la ex ministra saludó cariñosamente a la madre de la malograda escritora le preguntó: ¿Y dónde está Dulce?
A mí, que no soy del PP (luego os quejaréis de que no doy pistas) me encantaría que Esperanza Aguirre se presentase como candidata a presidenta en las próximas elecciones generales. Y las ganara. Bueno, puede que en esto último exagere un poco. Pero no me negaréis que el nivel de su ministro o ministra de Cultura nos proporcionaría un material insuperable.

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