Fuego amigo

La segunda transición

Creo detectar que medio país está pasando del estado de cabreo al de asco generalizado. El problema es que nuestro asco sólo es bueno para el agresor y muy malo para el agredido.

Un amigo me consuela con que esto que nos está pasando es estupendo para España: el pus nos da mucho asco cuando sale, pero sólo sanamos cuando se libera. Es decir, todo lo que nos callamos y perdonamos en la Primera Transición está aflorando en forma de pus en esta Segunda. La primera fue posible porque la Iglesia montaraz y la extrema derecha fueron amortiguadas por el centro político y la Iglesia de monseñor Tarancón. La izquierda, los hijos de los represaliados, torturados y asesinados tras la guerra civil, aplicó generosamente una tirita antiséptica al grano, pero dejó dentro el pus.
Ahora, por fin, el pus está saliendo. No os preocupéis, cuando lo limpiemos, volveremos al estado de sosiego.

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