Marta Nebot

En el Congreso 1

El 26 de septiembre de 1990 el entonces ministro de Justicia, Enrique Múgica, hizo historia al entonar un mea culpa por un comentario machista en el Congreso. El Diario de Sesiones, al alcance de los ciudadanos con acceso a Internet o al del vecino dice:

–Loyola de Palacio: "¿Es cierto que, a la opinión de la Consejera del Consejo General del Poder Judicial, señora Alberdi, sobre la conveniencia de una mayor representación de mujeres en el próximo Consejo, respondió: han hecho cocinas en las nuevas oficinas?".

–Múgica: "Señorías [...] este Ministro, en un círculo de estricta confianza [...] que después no resultó ser de tanta confianza (risas) [...] dijo una broma [...] y las bromas son bromas, ante las cuales pido perdón si alguien se ha escandalizado o molestado".

–Loyola: "Señor Ministro si es broma, me parece también muy grave o quizá más grave. Eso le descalifica como Ministro de Justicia [...]; en otro Ministerio se notaría menos. Por eso le doy un consejo, y es que aparte de aprender cocina, que le vendría muy bien, se busque otra cartera, y si no tiene otra que se conforme con una bolsa para ir a la compra".

Cristina Alberdi me cuenta que el "círculo de estricta confianza" era el formado por ocho magistrados y muchos periodistas en la inauguración del Año Judicial. "No recuerdo una disculpa personal, pero nos tenemos mucho aprecio. Creo que a su manera debió arrepentirse y que ahora ninguno diría una cosa así aunque lo pensara.

Entonces era completamente un mundo de hombres y esas cosas ocurrían muy a menudo". Lo que según ella no ha cambiado es la disciplina de partido que, a menudo, separa a las mujeres. Hace 20 años, las socialistas no dijeron nada en voz alta aunque pensaran lo mismo que la difunta Loyola. "Pero no sólo deciden lo que puedes decir y lo que no. Hay mucho más. Pregúntales a las que siguen". Y ese
es mi plan.

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