Memento

2023, un año donde saborear nuestras victorias

Varias trabajadoras se manifiestan durante la jornada de huelga de las tiendas de Inditex en A Coruña, a 25 de noviembre de 2022. -M. Dylan / Europa Press
Varias trabajadoras se manifiestan durante la jornada de huelga de las tiendas de Inditex en A Coruña, a 25 de noviembre de 2022. -M. Dylan / Europa Press

El otro día, en un programa televisivo, preguntaban qué país había sido el primero en conseguir la jornada laboral de 8 horas. Entre las distintas opciones la participante escogió Francia. Error. Fue la huelga de La Canadiense de 1919 en Barcelona la que logró que ese mismo año se instaurara la jornada de 40 horas que disfrutamos actualmente y que después copiaron otros países. No vengo a contar esta historia por enésima vez. Hay artículos, vídeos y libros que la explican perfectamente y mejor de lo que lo haría yo, pero es alarmante el desconocimiento general de que ese logro histórico sucedió en el Estado español. Además, parece que en ningún momento se nos puede reconocer tener el valor y la capacidad de cambiar las condiciones laborales. Por eso falló la respuesta, porque nuestras victorias, la mayoría de las veces, quedan solapadas y no somos capaces de saborearlas.

¿Por qué no hay una película de La Canadiense? ¿Por qué no se ha hecho una serie en esta época que todo tiene su programa televisivo? ¿Por qué cuesta tanto revisitar nuestra historia y contar los hechos de los que enorgullecernos? ¿Por qué los actos del centenario de la huelga fueron mínimos y la gran mayoría alejados de las instituciones? No quiero caer en la trampa de compararnos con otros países, aunque sí creo que en ese sentido tendría el impacto cultural y mediático que merece, pero pienso que debemos aprender a sentir orgullo y reivindicar nuestros logros. Está claro que es difícil, ya que incluso de la Guerra Civil española cuesta encontrar títulos buenos en gran parte por el miedo la censura. Ya vimos como a Rodrigo Sorogoyen le canceló recientemente Movistar una serie sobre la Guerra Civil. Pero tocará buscar espacios para contar nuestra historia, para que no se tergiverse y nos sintamos orgullosas de ella.

No solo hablo de conquistas o hechos "lejanos". Recientemente vimos la victoria de las trabajadoras de Inditex de A Coruña que lograron una subida salarial de 382 euros tras más de un mes de movilizaciones. Vimos la huelga de Tubacex, la huelga del metal en Cádiz, las protestas que lograron la Ley Ryder... Pequeñas (o gigantes según se mire) conquistas sociales que parece que pasan de refilón, que olvidamos pronto desde la izquierda o a las que siempre buscamos algún "pero". Tal vez seamos esclavos de nuestro tiempo, en el que todo va acelerado y las noticias se solapan y existe tal nivel de conflicto que no podemos saborear los triunfos. Tal vez no sepamos. Tan acostumbrados al barro estamos que, cuando nos ofrecen las mieles, sospechamos.

Por eso pienso que deberíamos cambiar esa mentalidad y ese eterno miedo a celebrar las victorias por si alguien nos dice que "no es para tanto" o que "son solo parches". Son conquistas que sabemos que se tendrán que defender más adelante con el puñal entre los dientes, pero que en ese momento debemos reivindicar para que se entienda que a través de la lucha colectiva se pueden mejorar las condiciones sociales y laborales. No se trata de hacer un documental o una serie de todo (o sí), pero no podemos cerrar la página al día siguiente y estar a otra cosa. Hay que darle bombo. Que sea la chispa que pueda prender otros movimientos. Por ejemplo, tras la mejora de las trabajadoras de Inditex de A Coruña las protestas se extendieron a trabajadoras de la empresa de otras zonas. Que sepan que lo que ellos ven como pequeñas concesiones, solo será inicio de algo y no el final.

Para 2023 se nos anuncia inflación, recesión, crisis de deuda, hipotecas más caras, salarios que no se ajustan al IPC... Una crisis más, tras la del 2008 y la provocada por la COVID-19. Es el momento de decidir si queremos volver a pagarla nosotras o volvemos a conseguir esas victorias que para algunos son insignificantes, pero que nos saben a gloria. Y, sobre todo, disfrutemos de ellas. Que nadie nos quite la alegría y la ilusión por construir un futuro donde quepamos todas y nadie se quede atrás.

Feliz 2023. Por un año donde saboreemos las conquistas sociales. ¡Salud!

Más Noticias