Modos y Modas

Misterios de la estadística

EL OJO DE LA MOSCA // JULIÁN HERNÁNDEZ

Me comentaban el otro día que en las escuelas de imagen se estudia el asunto de las audiencias, cuotas de pantalla, shares y demás conceptos de muchísima misteriosidad. Aparte de la teoría, se analizan casos concretos, como debe ser, y uno de ellos era especialmente singular. Durante la emisión de una serie matinal se producía invariablemente cada día una caída de la audiencia del 50%. Los expertos no daban crédito pero los datos no mentían: la mitad de los espectadores apagaban la televisión sin conocer el desenlace del capítulo pero al día siguiente la volvían a encender. Esta fidelidad no encajaba con ningún esquema conocido ni respondía a alguna contraprogramación. Investigado a fondo el misterio acabaron dando con la solución. Al parecer, una señora que tenía en su casa un medidor de audiencias apagaba el televisor a la misma hora todos los días porque debía acudir a un asunto familiar diario fuera del hogar. Los números saltaban por los aires y la audiencia caía de golpe. Es como una metáfora de esta democracia unificada. Si un sólo presidente de un país con armas nucleares aprieta el botón rojo, estadísticamente es una birria pero nos vamos todos a la porra. No sería de extrañar, pues, que algún grupo terrorista empiece a utilizar medidores de audiencia para desestabilizar al sistema y volver locos a nuestros estresados gobernantes. Ya lo pronosticaba El Aviador Dro: ¡anarquía en el planeta!

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