Otras miradas

Lega lega lización

Anita Botwin

Cada vez hay más estudios que demuestran que el cannabis es terapéutico en muchos casos, desde algunas formas de epilepsia hasta terapias paliativas y en la cura de células tumorales. Sin embargo, nuestro país como otros tantos se sigue negando a su legalización.

Plantación de cannabis. REUTERS/Leonhard Foeger
Plantación de cannabis. REUTERS/Leonhard Foeger

Ya en 1961 se introdujo esta sustancia en las clasificaciones reservadas a las drogas más peligrosas, pese a no existir un estudio de la OMS que confirmase el escaso valor médico. Los expertos resaltaron que el cannabidiol (CBD) —uno de los principales componentes activos de la marihuana— no debería ser fiscalizado en las listas de sustancias prohibidas de las convenciones de control de drogas.

Sin embargo, a día de hoy y en nuestro país no existe la seguridad jurídica de poder consumirla. Pero por suerte, existen asociaciones como DosEmociones,  de momento la única encargada de ayudar a pacientes a conseguir su medicina, ayudarles a cultivarla y a analizarla. Hablo con Carola Pérez, presidenta del Observatorio Español de Cannabis Medicinal, que me cuenta orgullosa que de los 297 pacientes que son en DosEmociones, 209 son mujeres bastante empoderadas.

Carola comenta que nos encontramos ante un problema de voluntad política, ya que tanto PSOE como PP vetaron la Proposición No de Ley el año anterior. Actualmente están esperando a que la nueva ministra de Sanidad pueda reunirse con el Observatorio, que cuenta con pacientes, médicos e investigadores. La anterior ministra ya les denegó la visita 10 veces y les derivaban a la Agencia del Medicamento. Parece más que necesario que exista un debate público y que se escuche a los miles de pacientes que están esperando a que se atiendan sus necesidades. Se espera del Estado que legisle esta regulación y que el cannabis forme parte de un sistema sanitario al que podamos acudir con seguridad jurídica y que se dispense además con calidad y seguridad.

Conozco casos de personas que han decidido suspender tratamientos dolorosos en casos terminales de cáncer y tratarse con cannabis. Están más que probadas las propiedades medicinales de los cannabinoides.

Si esto es así, ¿por qué siguen dejando sufrir a la gente? Obviamente la farmacia y los laboratorios tienen mucho que ver en esto. Probablemente el hecho de que el cannabidiol haya provocado un descenso en el uso de medicina farmacológica tiene mucho que ver con ello, según esta encuesta.

Es bastante obvio y justo que los pacientes deban tener derecho a terapias complementarias con base de cannabis. En mi caso concreto, he probado CBD y he sentido un alivio inmenso en dolores y calambres producidos por mi enfermedad –esclerosis múltiple-. Otros medicamentos suministrados por la sanidad pública nunca han llegado a paliar o aliviar dolores tan intensos. El problema de todo ello es que a veces no sabes qué dosis es la necesaria o qué tipo es la más adecuada para cada caso. El problema es también que te la juegas cada vez que compras y te sientes una delincuente. ¿No es absurdo que alguien legisle sobre una planta que crece y crecía ya antes de que nosotros existiéramos?

Hay algunos médicos que te reconocen por lo bajini que los pacientes mejoran sus síntomas con la marihuana. Sin embargo, no te dan receta para que acudas a una asociación a que te den una dosis que se ajuste a tus necesidades. Vivimos en la clandestinidad del cannabis, porque mucha gente lo consume, todo el mundo lo sabe, pero la ley no nos ampara.

Además de todos los efectos positivos para las personas, sería beneficioso para la economía. Es importante reflotar la agricultura en ese sentido, aprovechar el sol y los conocimientos que tiene nuestro país a nivel de genética. De hecho el cannabis legal de Suiza y Uruguay son españoles genéticamente, tal y como comenta Carola. "Lo cual es bastante ridículo. Grecia, Malta, Portugal está generando muchos puestos de trabajo, dinero y por tanto impuestos", señala. Nuestros países de alrededor deben estar señalándonos porque volvemos a ser los últimos de la clase aún sacando buenas notas.

En cualquier caso, quizá podría ser necesario crear una ley integral, yendo más allá del uso terapéutico, para conseguir una regulación que afecte al modelo productivo (plantaciones, cultivos...). Está claro su beneficio en el bienmorir y en la reducción del dolor y el sufrimiento en ciertas patologías, como dice Ana Castaño, consejera estatal de Salud y Sanidad de Podemos en esta entrevista.

DosEmociones es ambiciosa y apuesta también por el autocultivo, ya que es un país que se presta a ello. Es más, ya está ocurriendo. Tal y como cuenta Carola "cinco empresas tienen permiso del Ministerio de Sanidad para cultivar cannabis en nuestro país con fines terapéuticos y de investigación. En total son 20.000 hectáreas". Sin embargo, es cannabis que se exporta, no se queda aquí. "Se está produciendo cannabis legal en España, se está exportando y después se dice que no hay evidencia de su efecto terapéutico", denuncia Carola.

Una de estas empresas es Alcaliber, la segunda más importante del mundo. Esta empresa líder en producción mundial de morfina y tebaína,  ha conseguido un permiso para cultivar 1.085 hectáreas en España. En un suelo de 1.085 hectáreas la compañía podría cultivar millones de plantas de marihuana.

De momento, sólo unas pocas compañías tienen acceso a tierra para cultivar lo que podría ser de todos. A pesar de que según esta encuesta el 90% de la población estaría a favor del cannabis medicinal, todo parece indicar que vamos a tener que esperar un poco más a que el Gobierno y los poderes fácticos miren a la ciudadanía y dejen de mirar hacia otro lado. Mientras tanto, no nos quedará otra que seguir cantando por la lega lega lización.

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