Otras miradas

A (des)propósito de Endesa

Alberto Gómez

Ingeniero Industrial y miembro de Podemos 3E

Alberto Gómez
Ingeniero Industrial y miembro de Podemos 3E

El jueves 9 de Octubre nos levantamos con lluvia en España y por fin los brotes verdes empezaban a verse: Endesa, la antigua Empresa Nacional de Electricidad, iba a dar el mayor dividendo jamás visto en este país y alcanzaba nada más y nada menos que el 46% de su valor en bolsa, 14.605 millones de euros. Toda una hazaña.

Sin embargo, no todo era motivo de alegría para nuestro país, ya que el mayor accionista —y por tanto beneficiario de la inmensa fortuna a repartir— es el Ente Nazionale per l'Energia eLettrica, más conocida como ENEL, que esta sí, es una empresa pública, Italiana para más señas. Por si fuera poco, para pagar tal cantidad, Endesa debe pedir un préstamo de nada más y nada menos 6.325 millones de euros. Pero este truco de mal gusto aún tiene un as más en la manga: la prestataria es... ¡Enel Finance International! Todo un ejercicio de ingeniería fiscal para acabar tributando en Holanda...

Se cierra así un círculo que empezó bajo el gobierno de Felipe González (luego consejero de Gas Natural) entre 1988 y 1994 con la venta de un primer paquete que mantenía la titularidad estatal, y con la venta del restante 55% bajo el gobierno de Aznar (luego consejero de Endesa) en 1997 por algo más de 10.000 millones de euros.

Este círculo tuvo uno de sus episodios más esperpénticos en 2005, cuando Gas Natural (controlada por La Caixa), pretende hacerse con el control de la entidad al calor del gobierno de Zapatero, tras un informe favorable de la CNE (dirigida por una ex-diputada del PSC) mientras La Caixa condonaba 6 millones de euros a dicho partido.

Entre dimes y diretes apareció E.ON (eléctrica controlada por el estado Alemán) con una oferta mejor por Endesa y, mientras Aznar apelaba a no caer en un "patriotismo cateto" y Carod Rovira defendía la españolidad de la operación de Gas Natural, el resto de ciudadanos, asistíamos a un espectáculo digno de la comedia más delirante de Dario Fo. Mientras tanto, Acciona y ENEL siguieron comprando acciones hasta llegar en 2007 a controlar el 46% de la eléctrica y firmando un pacto de caballeros para quedarse con la antigua empresa estatal de electricidad. En 2009, Acciona vende sus acciones por 8.000 millones de euros y se genera unas plusvalías (más de 850 millones de euros por año) de 1.700 millones de euros para la compañía dirigida por José Manuel Entrecanales.

Mientras tanto, la deuda con las eléctricas cercana ronda los 30.000 millones de euros (equivalente al gasto anual en prestaciones sociales), con una subida media anual de más del 7% en la factura durante los 10 últimos años y con todos los actores propios y extraños que no han hecho sino saquear el patrimonio del estado.

La historia de Endesa es una parodia de lo que lleva pasando en este país demasiado tiempo: políticos que venden lo de todos a empresarios amigos, avalados por más amigos que también hacen política y ganan miles de millones mientras los que pagamos somos los de siempre, los mismos que pagan los rescates de los bancos, los que pagamos las carreteras quebradas... los que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades...

El final de la historia, como veréis está ya muy cerca y sin embargo muy lejos de acabar bien para los ciudadanos de este país. La antaño empresa líder en producción eléctrica en manos del estado Italiano, descapitalizada por completo sin ningún rubor en una operación que permite no tributar en España mientras seguimos pagando la electricidad más cara de toda Europa, mientras el déficit tarifario no deja de aumentar.

En fin, quizás valiese la pena que como en la película protagonizada por Harrison Ford, bajemos a comprar tabaco...

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