Otras miradas

Vox y el antipluralismo político

David Lerín Ibarra

Profesor EMUI_ EuroMed University y Colaborador Honorífico en la Universidad Complutense de Madrid

El líder de VOX, Santiago Abascal (c), interviene durante el acto de presentación de la candidatura de Rocío Monasterio (3i) para las próximas elecciones en la Comunidad de Madrid, este miércoles en el distrito de Puente de Vallecas, Madrid. - EFE
El líder de VOX, Santiago Abascal (c), interviene durante el acto de presentación de la candidatura de Rocío Monasterio (3i) para las próximas elecciones en la Comunidad de Madrid, este miércoles en el distrito de Puente de Vallecas, Madrid. - EFE

Es curioso escuchar en Vox, de forma constante, la reivindicación de su derecho a la libertad de expresión. Y todavía es más asombroso que usen esta expresión para cuestionar los delitos cometidos por apología del franquismo, que suponen "limitaciones a la libertad de expresión" según el partido de Santiago Abascal. Recordemos que esta formación se niega, de manera persistente, a condenar el régimen de Franco.

Esta supuesta defensa de la libertad de expresión contrasta con sus propios planteamientos antipluralistas,  como explica el politólogo Carles Ferreira (2019) "su retórica es claramente dañina respecto al principio de pluralismo político". Así es, este fundamento se muestra claramente en su propuesta de ilegalizar a todos los partidos, asociaciones y ONGs independentistas, como se indica el punto 2 de su Programa Electoral «100 medidas para una España Viva» de 2019: "Ilegalización de los partidos, asociaciones u ONGs que persigan la destrucción de la unidad territorial de la Nación y de su soberanía" (Vox, 2019).

De la misma forma,  hay que recordar que, el 20 enero de 2020, Vox presentó una propuesta para reformar la Ley Orgánica 6/2002 de 27 de junio de Partidos Políticos para ilegalizar a los grupos políticos "contrarios a la unidad nacional":

"Ciertos partidos atentan directamente contra la unidad de España y el propio fundamento de la Constitución. Partidos que expresan en sus estatutos su voluntad de romper España y el orden constitucional (...). Nosotros proponemos límites claros para que los partidos sean herramientas de participación política y expresión del pluralismo político pero no un peligro para la unidad de España y la convivencia entre españoles", Santiago Abascal (Vox, 2020).

El texto presentado por Vox reclama, concretamente, la ilegalización de las "formaciones que se nieguen a incluir en sus estatutos el acatamiento de la Constitución, que atenten contra la unidad de la nación o que atenten contra las libertades y los derechos fundamentales justificando la violencia o apoyando a organizaciones terroristas o vinculadas a la destrucción de la unidad nacional" (Vox, 2020).

Esta proposición no hace referencia directamente a ningún grupo concreto, sin embargo, en la rueda de prensa de presentación de dicha medida, el presidente de Vox especificó que el primer objetivo de esta propuesta es ilegalizar a formaciones políticas de "Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) y Junts pel Sí (JxSí)" (realmente se refiere a Junts per Catalunya pero por error cita a JxSí). Además, esta proposición se extiende "a todos los partidos que pretendan la destrucción de la unidad nacional y la Constitución", de esta forma no se excluye a nadie de tal ilegalización, "ni al Partido Nacionalista Vasco (PNV), ni al Bloque Nacionalista Galego (BNG), ni a ninguna otra fuerza separatista" (Vox, 2020). Por tanto, entrarían igualmente en este bloque, a parte de los citados, otros partidos con representación parlamentaria, como la Candidatura de Unidad Popular​​ (CUP) o Euskal Herria Bildu.

Por otro lado, aunque no aparezca programáticamente, varios dirigentes del partido han sugerido la posible ilegalización de organizaciones políticas que no renuncien al marxismo, como Iván Espinosa de los Monteros, Vicesecretario de Relaciones Internacionales y Portavoz del Grupo Parlamentario de Vox: "algún día deberíamos analizar si tiene derecho a estar en el juego político los que no creen en la unidad de España y los que no renuncian al marxismo, que tantos muertos ha dejado" (Espejo Público, 2019), aludiendo implícitamente a formaciones como Izquierda Unida, PCE, Podemos , etc. De forma similar, Santiago Abascal expresa la posibilidad de ilegalizar a Podemos por "minar el sistema democrático" e "internar implantar un régimen comunista en España": "si hay un partido al que hay que ilegalizar en España es, en todo caso, a Podemos, que no cree en la democracia" (Palazón, 2018).

Este antipluralismo que hemos constatado en Vox supone uno de sus principios más dañinos contra la gobernanza democrática que lo liga a las formaciones más duras de la extrema derecha, ya que como describen pensadores como Raschke (1983), Jürgen W. Falter y  Siegfried  Schumann (1988) el antipluralismo es un elemento definitorio de la ideología de las  organizaciones de extrema derecha antidemocráticas.

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