Otras miradas

¿Apoyaba García Lorca una dictadura militar?

Ana Bernal Triviño

Profesora de la Universitat Oberta de Catalunya, periodista y autora de la trilogía novelada dedicada a García Lorca: ‘Las mujeres de Federico’, ‘Los hombres de Federico’ y ‘Federico vuelve’, editadas en Lunwerg, Planeta.

Escultura dedicada a Federico García Lorca en la madrileña Plaza de Santa Ana. EFE
Escultura dedicada a Federico García Lorca en la madrileña Plaza de Santa Ana. EFE

Federico García Lorca "era partidario de una dictadura militar antes de que lo matasen", según una entrevista de Luis Rosales al historiador Ian Gibson. Es lo que sostuvo José Luis García Margallo después de que el poeta se clasificara en el concurso de TVE, El Mejor de la Historia. Margallo también valoró que era "un hombre extraordinariamente atormentado y muy contradictorio", por eso de apoyar una dictadura militar. ¿Seguro?

10 puntos aclaratorios.

  1. Esa supuesta declaración de Federico aparece en un documental de Ruiz Barrachina sobre su amigo de falange Luis Rosales, a quien Gibson entrevistaba. Y Gibson aclaró dos cosas. Que no daba veracidad a esa reflexión, porque no hay más fuentes que sostengan esa declaración. Y que esa grabación fue utilizada por Barrachina sin su autorización en el documental.
  2. Cuando una se documenta sobre Lorca se llega a una conclusión clara. Lo único que sabemos con certeza y veracidad de Federico es lo que él dijo, no lo que digan los demás. Y sí. Federico habló. En entrevistas, en cartas a su familia, a sus amigos y en su obra. 
  3. Cuando se investiga sobre él, se detecta el interés de determinadas fuentes, bien posicionadas o respetadas bajo la dictadura, en restar peso a la idea del crimen político y cambiarla por disputas menores familiares o las envidias. Sí, envidias había, pero no fueron la causa. Si la cosa, en verdad, hubiese sido tan menor, extraña que para su detención se rodease de guardias y policías la casa de los Rosales, y se apostaran hasta hombres armados en los tejados colindantes.
  4. Si Margallo o cualquiera lee Vida, pasión y muerte de Federico García Lorca, de Ian Gibson, se relata cómo José Rosales tuvo una discusión con el gobernador de Granada cuando el poeta fue detenido. Aseguraba que había una denuncia contra Lorca firmada por Ruiz Alonso porque era un "escritor subversivo, tenía una radio clandestina en la Huerta de San Vicente para contactar con los rusos, que era homosexual, que había sido secretario de Fernando de los Ríos y que los hermanos Rosales traicionaban al movimiento por dar acogida en su casa a un rojo". En ningún momento, casualmente, los Rosales intentan convencer a nadie de Gobernación ni relacionado con el caso de que Lorca es "de los nuestros" o  "apoya una dictadura militar". 
  5. En el libro Palabras del Caudillo, el mismo Franco decía de Lorca que "ese escritor murió mezclado con los revoltosos; son los accidentes naturales de la guerra". En cambio, en 1965, un informe de la Jefatura Superior de Policía de Granada señalaba el proceso contra Lorca por "socialista", "masón" y "prácticas de homosexualismo".
  6. ¿Y qué sabemos de Lorca en los últimos años de su vida? Pues que del 34 al 36 se volvió muy incómodo para la parte más conservadora del país, a la que él calificaba como la "peor burguesía". En respuesta, esa prensa diría de su obra Yerma que era "inmoral", "pornográfica", o vinculaba su final a la propia CEDA. 
  7. De él, hay pensamientos por escrito. Escribía a su familia que "las derechas tomarán todas estas cosas para seguir en su campaña contra mí y contra Margarita (Xirgú) pero no importa. Es casi conveniente que lo hagan, y que se sepa de una vez los campos que pisamos. Desde luego, hoy en España no se puede ser neutral." O en abril del 36, sobre la idea de erradicar el hambre, dijo: "nunca jamás se podrán figurar los hombres la alegría que estallará el día de la gran revolución. ¿Verdad que te estoy hablando en socialista puro?" O dos meses antes de su asesinato expresaba: "odio al que es español por ser español nada más. Execro al hombre que se sacrifica por una idea nacionalista abstracta". O, en 1933, su madre Vicenta decía: "De política ya sabrás que las derechas triunfaron en una gran parte de España. Han gastado millones y se han hecho las cosas más sucias y vergonzosas. Veremos a ver en lo que queda esto pues la cosa está fea."
  8. Podemos hablar mucho del pensamiento político de Federico, de cómo este evolucionó, de si era de derechas, de izquierdas, cuánto de izquierdas, o de nadie. Lo claro es que en ningún momento Ian Gibson da credibilidad a Rosales ni hay más fuentes que indiquen, en esos meses, que Federico apoyara una dictadura militar. Así que Lorca "contradictorio" no fue porque nunca apoyaría nada que trajera límites al pensamiento y muerte.
  9. Margallo, quizás, tiene una parte de razón cuando dice que Federico era "un hombre atormentado". Lo era cuando se sentía un andaluz despreciado o cuando sentía que quizás nunca sería poeta. Pero, sobre todo, cuando vivía limitado por un país que no le daba la libertad de ser. Insultado por la parte más rancia y conservadora de la sociedad, al grito de "García Loca" o "maricón".
  10. La memoria puede ser traicionera. A veces, incluso interesada. Para no recordar quiénes fueron los verdugos y quiénes las víctimas. No, Federico no apoyaba una dictadura. Como tampoco acabó "por heridas de hechos de guerra", como decía su parte de defunción. Lo que sí hubo fue interés en reescribir la historia por el bando vencedor. Pero hay una verdad que nadie puede ya ocultar. Federico fue asesinado y fusilado sin defensa por el franquismo, acusado de masón, rojo y homosexual. Por eso hay que recordar todo su contexto, para no seguir manchando, tantos años después, la memoria de quien fue asesinado como símbolo de libertad. Visto ahora, quizás molesta algo. Que estamos en 2024 y la gente aún vota a un poeta fusilado para recordarlo. Quizás no agrada que, en cierta manera, Federico vive. 

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