Punto y seguido

Dos hipótesis sobre la extraña marcha de Victoria Nuland, la verduga de Ucrania

Victoria Nuland, en la foto distribuyendo pan a manifestantes políticos en Kiev en 2013, dice que Rusia está financiando y comandando la guerra en el este de Ucrania. ( Reuters: Andrés Kravchenko )
Victoria Nuland, en la foto distribuyendo pan a manifestantes políticos en Kiev en 2013, dice que Rusia está financiando y comandando la guerra en el este de Ucrania. ( Reuters: Andrés Kravchenko )

En Europa la conocen por la frase "¡Fuck the European Union!", sacada de una conversación interceptada (posiblemente por los rusos) con el embajador de EEUU en Kiev, Geoffrey Pyatt, cuando en 2014 conspiraban juntos  para derrocar al presidente legítimo (con criterios occidentales) del país, Víctor Yanukovich, y él propuso consultar con los aliados europeos sobre quién debería reemplazarlo, y no con los ucranianos. "Exactamente", contestó el diplomático, dejando dos pruebas históricas encima de la mesa: 

- Que, para EEUU, la UE tiene tres funciones y ninguna es consultiva: proporcionar seres humanos para convertirlos en carne de cañón, llenar los bolsillos de las compañías de armas estadounidense con miles de millones de euros, y dar legitimidad a las agresiones militares del Pentágono llamándose la "Comunidad Internacional", denominación que en los medios occidentales no incluye a China, India, Brasil, ni otros gigantes. 

- Que la "Revolución democrática de Maydan" de la Ucrania "soberana" fue un complot orquestado desde la Casa Blanca, cuya prueba está en las fotos tomadas in situ por Nuland y el senador John McCain, un criminal de guerras en serie. ¿Qué pensarían ustedes si vieran a Serguéi Luvrov, por ejemplo, en unas protestas en las Maydan (palabra persa-árabe que significa "Plaza") de Méjico o Canadá? 

Victoria Nuland, el pilar de la política de EEUU hacia Ucrania, la número tres de la diplomacia de la Casa Blanca y uno de los personajes fijos de las injerencias y agresiones militares de Washington en los últimos 35 años, sale del gobierno de Joe Biden de forma inesperada, en medio de las guerras de Israel-EEUU contra los palestinos, el fracaso político-militar en la guerra de Ucrania, en la víspera de las elecciones presidenciales de EEUU en noviembre, y el avance electoral de un Donald Trump que no piensa gastar ni un penique en Ucrania. 

La cuestión es si Nuland ha sido cesada o ha dimitido, y también el por qué. 

 ¿Se puede cesar a una poderosa figura? 

Victoria Nuland comparte con Joe Biden dos características principales: 

1) Lealtad hacia los intereses del complejo militar-industrial, apoyando todas las guerras sucedidas y/o organizadas por EEUU durante sus largas carreras políticas; 

2) Representar la política exterior de los neoconservadores en el Partido Demócrata. El marido de Nuland, Robert Kagan, que fue asesor del expresidente George W. Bush, es uno de los halcones más belicistas de EEUU. 

Toria, como la llaman sus colegas, escaló al poder utilizando la rusofobia social, heredada de la era de la Guerra Fría anticomunista. El interés de EEUU en Rusia, además de eliminar el principal aliado de China, son las inmensas reservas naturales del país más grande del mundo, y ocupar su mercado de hidrocarburo: Seymour Hersh, el periodista estadounidense que reveló la Matanza de Mỹ Lai (1969) en Vietnam por las tropas de EEUU, señala como un acto de sabotaje del gobierno de Biden la voladura del gaseoducto Nord Stream en septiembre de 2022. 

La obsesión de Nuland por ver tirado al suelo a Vladimir Putin, que dirige una Rusia en la órbita capitalista, se debe quizás a que el presidente ruso se niega a someterse a unos vaqueros que juegan a ser emperadores. 

Que nadie menosprecie el volumen de información secreta que ha acumulado la veterana política y las mantas que pueda tirar. Su dimisión sucede un día antes de que la Corte Suprema de EEUU anunciase la legitimidad de la candidatura de Trump, a pesar de los procesos judiciales abiertos. Ella se marcha para proteger su futuro político de la posible derrota de Biden. Si es así, puede que no sea la última persona del equipo del presidente en abandonarle. 

El currículum de una oportunista empedernida 

- 2003: Fue la principal asesora adjunta de George Bush Jr en la guerra contra Irak: ¿qué papel tuvo en las 7 mentiras vertidas al servicio de 10 objetivos de aquella tragedia para los iraquíes? Dos años después fue designada como la primera mujer embajadora de EEUU ante la OTAN. 

- 2014: Pasó a ser la Secretaria de Estado Adjunta en el gobierno de Barak Obama, formando parte de su equipo antirruso junto con Joe Biden (entonces vicepresidente), Jake Sullivan (el eterno asesor de Seguridad Nacional), Pyatt (el embajador en Kiev) y Antony Blinken (entonces asesor adjunto de Seguridad Nacional, y ahora Secretario de Estado) para organizar el golpe de estado contra el Yanukóvich, por su oposición al ingreso del país en la OTAN. También fue la portavoz del Departamento de Estado dirigido por Hillary Clinton, otra criminal de varias guerras, la más destacada, Libia. 

- 2017: Con la política exterior aislacionista de Donald Trump, Nuland desaparece del mapa. 

- 2021: Regresa de mano de Joe Biden: la OTAN no quería un Trump II. Biden es el hombre de 1000 guerras: desde Vietnam y Corea hasta Yugoslavia, Afganistán, Irak, Siria, Libia, Sudán, Ucrania y Palestina. Toria vuelve a las andadas: ha hecho que los militares de EEUU, sigilosamente, pusieran sus botas sobre el terreno ucraniano, entrenando a su comando de élite la Unidad 2245; han instalado bases a lo largo de las fronteras del país con Rusia; han utilizado los F-35 para recopilar y transmitir la información rusa a la OTAN. Está por ver el papel de la CIA en el asesinato del comandante de la República Popular de Donetsk, Arsen Pavlov, mediante coche bomba en 2016, o del periodista estadounidense-chileno Gonzalo Lira (azote de Nuland y Zelensky en sus crónicas), tras ser arrestado por el Servicio de Seguridad de Ucrania (SBU). 

- En 2023 Nuland tramó el derrocamiento y la detención del primer ministro Imran Khan, nada más regresar de Moscú y estrechar la mano de Vladimir Putin. 

- En 2024, respaldó al grupo al qaedista de extrema derecha del Partido Nacionalista de Bangladés, para acabar con la primera ministra Sheikh Hasina, por mantener buenas relaciones con China.

Nuland ha sido cesada

Teniendo en cuenta que Biden no quiere una guerra directa con Rusia, y la política diseñada por Nuland ha desviado la Doctrina del Regreso a Asia (lanzada por Barak Obama en 2014 para contener China), puede que el presidente se haya desprendido de su halcona, por los siguientes motivos: 

-  Creer y hacer creer que con el derrocamiento de Yanukovich, Ucrania entraría en la OTAN. La destrucción brutal de las regiones étnicamente rusas por Kiev (de la que la prensa europea no habla), lejos de agilizar el proceso de  adhesión de Ucrania a la Alianza, le obligaron a los mandatarios del país a firmar los Acuerdos de Minsk. 

- Los continuos fracasos militares y políticos en Ucrania: no han conseguido aislar a Rusia, ni siquiera los aliados como Israel o India han participado en las sanciones contra esta potencia. 

- No barajar la posibilidad de la resistencia de Rusia ante tantas presiones además multidimensionales en el escenario internacional, ni que el propio Putin consiguiera una popularidad tan alta entre los rusos. 

- No haber barajado que Rusia iba a llevar la guerra al suelo de Ucrania para impedir la expansión de la OTAN en sus fronteras. Ahora Putin advierte de que tal pretensión desataría una guerra nuclear: tiene unas 6.000 bombas. 

- A pesar de invertir miles de millones de dólares en la guerra de Ucrania, Rusia no sólo no ha sido 'debilitada' , sino que Ucrania, país sin salida al mar, pierde toda su posibilidad de sobrevivir. La derrota estratégica de EEUU ante una "potencia media" como llamó Obama a Rusia, sabe aún más a derrota. 

- No haber tenido un Plan B. "Por el amor de Dios, ese hombre [Putin] no puede permanecer en el poder", dijo un frustrado Biden, quien puede ser expulsado del poder. 

- Hace unos meses, Biden rechazó la candidatura de Nuland para ocupar el cargo de número dos del Secretariado de Estado Wendy Sherman tras su jubilación, y designó a Kurt Campbell, el principal funcionario del Consejo de Seguridad Nacional para Asia, mirando a China que no a Rusia. 

El fracaso de su principal proyecto en la política exterior empuja a Biden, candidato a la reelección, a convertir a Nuland en su chivo expiatorio. 

Tres días después del anuncio de la marcha de Tora el 5 de marzo, Volodymyr Zelensky cesó al comandante en jefe de las Fuerzas Armadas de Ucrania, el general Valerii Zaluzhnyi. Una "nueva etapa" para Ucrania, necesita también un nuevo rostro para que sea creíble: ¿Le seguirá el propio Zelensky? 

El 6 de marzo de 2022, Moscú y Kiev anunciaron avances significativos hacia un acuerdo de paz mediado por Turquía.  Pero, según el primer ministro israelí, Naftali Bennett, fue bloqueado por EEUU. 

El hecho de que Biden haya reemplazado, provisionalmente, a Nuland por John Bass, el ex embajador en Afganistán que organizó la desastrosa (no) retirada de EEUU del país, no significa que piensa dejar en paz a los ucranianos: habrá guerra hasta que haya jóvenes para ser enviados al matadero. El principal objetivo de EEUU no es un imposible triunfo militar sobre Rusia, sino convertir a su vecino también eslavo en otro Afganistán: curiosamente Rusia pretende hacer lo mismo con Ucrania para los países de la OTAN. 

Revela el primer ministro de Eslovaquia, Robert Fico que existe un "documento restringido" que enumera temas que serán discutidos por los países de la OTAN que "provoca escalofríos": ¿Será uno de ellos el envío de tropas europeas a Ucrania? Nuland lo celebrará. 

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