Carta con respuesta

Cepo para ratones

El violento arresto de dos personas hace unos días en Mondragón por parte de la Guardia Civil vuelve a suscitar dudas en partidos políticos, asociaciones y un amplio espectro social sobre los  procedimientos seguidos en este tipo de actuaciones. El Estado de Derecho, tantas veces invocado, debe cumplir las normas también en los calabozos si quiere considerarse creíble, gozar del monopolio de la fuerza y evitar espacios de impunidad. La grabación de la estancia en las dependencias policiales y la asistencia letrada ayudarían a despejar las dudas que este tipo de episodios nos suscitan a los ciudadanos. Qué duda cabe, señor Bono, que los guardias han de tener sus derechos (incluso los de sindicación) pero también los queremos para el resto de personas (delincuentes incluidos) y que haya mecanismos de control que eviten excesos y abusos en el desempeño de sus funciones.

JUAN TORRENS ALZU PAMPLONA

No puedo estar más de acuerdo, Juan. Hay dos posturas claras. Una es la que sostiene, por ejemplo, Karl Marx: "El medio forma parte de la verdad tanto como el resultado. Es preciso que la búsqueda de la verdad sea a su vez verdadera". La postura contraria es la que mantenía, por ejemplo, Felipe González, cuando citaba: "Gato negro, gato blanco, da igual: lo importante es que cace ratones". Con semejante argamasa moral sólo pueden levantarse tristes muros como el del GAL: tapias de cementerio.

José Bono, pecio del PSOE de González arrastrado por el oleaje de su ambición a la playa de Zapatero, no podía ser menos, y se comporta como un pistolero de poblado del Oeste: si tiene que haber muertos, que sean de ellos. Recuerda los gritos inquisitoriales: Ex illis est! ¡Es de los malos! ¡A por él! Sin duda Bono obedece el execrable Credo Legionario redactado por Millán Astray: "A la voz de ‘¡A mí la Legión!’, sea donde sea, acudirán todos y, con razón o sin ella, defenderán al legionario que pida auxilio".  Rubalcaba, ese otro pecio vomitado por la marea de su adhesión a la poltrona, ha hecho lo mismo, apoyando de antemano y sin reservas la versión de la Guardia Civil.

A los que presumen, en Piles, les recomendamos siempre: els diners i els collons, per a les ocasions. Los que se llenan la boca con la democracia, la legalidad y el Estado de Derecho, cuando aparece una ocasión en la que de verdad hay que fortalecer el Estado de Derecho en su lucha contra el terrorismo, entonces resulta que lo único que les importa es cazar ratones. Serán ratones, sí; pero no da lo mismo cazarlos con un gato o con otro. El gato que están utilizando debilita todo aquello que constituye nuestra fuerza: es un cepo que también nos atrapa a nosotros. En fin, a mí también me da bastante pena, Juan.

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