Carta con respuesta

El arte de Onán

Bien podría tildarse a Ernest Maragall con el título del cuadro de Dalí El gran masturbador, por su habilidad en extender esta práctica entre los alumnos de 10 años de Cataluña. Desde su Consejería se han repartido 400.000 folletos explicando el ‘arte’ de masturbarse, sin dar cuenta a los padres que son los primeros implicados en la salud moral de sus hijos y que por cierto han montado en cólera. La perversión de algunos es tal que necesitan trasfundirla a su alrededor para sentirse menos culpables.

MARÍA FERRAZ BARCELONA

A mí, que me importa un rábano y vivo en Madrid, me ha llevado cinco minutos, Google mediante, averiguar que el proyecto Salut i Escola incluye dos (no uno) folletos de educación sexual, cada uno con una tirada de 200.000 ejemplares. Uno, de 24 páginas para niños de 10 y 11 años; y el otro, de 32 páginas, para chavales entre 12 y 16 años. No son 400.000 para niños de 10 años: en todo caso de entre 10 y 16. Y por supuesto tratan de muchos otros asuntos, aparte de la masturbación. Usted, no me cabe duda, prefiere indignarse que informarse. Si los niños leyeran de forma tan torticera, dudo que consiguieran aprender nada.

Si lo que dice fuera verdad, los niños catalanes estarían en graves aprietos. ¿De verdad necesitan un manual de instrucciones para aprender a hacerse pajas? ¿Y de más de veinte páginas? Enseñar a un chaval a masturbarse a mí me parece como enseñarle a toser o a rascarse cuando le pica la oreja. Es sabido que en Cataluña abusan del diseño, lo que hace difícil a menudo manejar las cosas más simples: un grifo, una puerta, un interruptor de la luz. ¿Ha llegado ya allí el diseño sexual hasta el punto de que la juventud no sabe hacerse pajas sin un folleto explicativo? Si es así: que Dios les ampare.

Más que la técnica del onanismo (no tiene tanta ciencia, en cuanto coges práctica), por lo que yo sé, esos folletos lo que pretenden es quitarles el miedo y la sensación de culpa a los chavales; transmitirles una visión abierta de la sexualidad. Les recuerdan que todas las opciones personales son respetables por igual y que el sexo debe ser un instrumento de placer, no de dominio ni de sufrimiento o represión. ¿Tan mal le parece? ¿Prefiere que les digan que se les va a secar la médula espinal si se tocan mucho? Precisamente porque algunos padres son así, es indispensable intervenir en defensa de la salud moral de los niños y que las autoridades les liberen del tósigo moral que les imponen en sus casas. ¿Cómo podemos dejar abandonados a unos inocentes en manos de padres de semejante catadura? La igualdad de oportunidades exige que todos los niños puedan llegar a ser felices, por mucho que sus padres se empecinen en lo contrario.

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