Es verano y nos gusta experimentar. Tiempo de juegos (aunque te pille trabajando, sudando, soñando con el aire libertario del anochecer). Es tiempo para probar recetas, momento de enrollar en la cocina unos calabacines rellenos de queso, por ejemplo. Una receta tan sencilla como erógena para el paladar.

Los canelones fríos de calabacín permiten eso: hacen de la cocina un espacio lúdico. Puedes experimentar además con multitud de rellenos (prueba con salmón ahumado, quizás, o con champiñones y paté). Puedes gratinarlos al horno con queso, como si fueran unos canelones auténticos. Son sencillos de hacer y nada pesados. Funcionan cual perfecto aperitivo o como un primer o segundo plato sencillo.

Se trata de una receta tan sabrosa como curiosa que te permitirá explorar los sueños en espiral de un vegetal. Es además una forma divertida de incluir las verduras en nuestra dieta. Juego, nutrición... poética. Lo tienen todo.

Receta de canelones fríos de calabacín

Ingredientes 4 personas

• 1 calabacín grande (del que puedas extraer buenas láminas).
• 100 gr. de atún al natural.
• 1 lata de pimientos del piquillo.
• 150 gr. de queso para untar (tipo Philadelphia) o requesón.
• Sal.

1. Prepara las láminas de calabacín:

Lava el calabacín, quítale los extremos, y con una mandolina (recomendado), o con un cuchillo, córtalo en láminas finas (que puedan enrollarse con facilidad). Pon a hervir agua en una olla. Cuece los calabacines durante varios minutos, hasta que estén tiernos, que salgan al dente. Sácalos y sécalos con papel de cocina.

2. Enrolla los canelones:

En un recipiente mezcla bien el queso crema y el atún (colado, sin su líquido). Pica varios pimientos del piquillo (deshazte de las pepitas). Échalos al recipiente, agrega sal y pimienta negra. Mezcla de nuevo. Pon las láminas de calabacín extendidas y separadas sobre una fuente. Añade una cucharadita de la mezcla del queso en una de las puntas de la lámina y enróllala con cuidado. Repite la operación las veces que sea necesario. Sirve los canelones o rollos en una fuente junto a hojas de rúcula bañadas por una vinagreta.

➥ Seguimos con una receta de minipizzas de verduras.