Los nuggets de pescado son una de esas recetas que suelen gustarle a los niños. Bien empanados, con merluza fresca, siempre sin piel y espinas, es un plato resultón. No es la manera más saludable de comer pescado, pero sí un truco para incluirlo en la dieta en aquellas personas que no les guste demasiado este alimento necesario. Y siempre es mejor hacerlo en casa que comprarlo en el supermercado.

La elaboración de los nuggets de pescado es parecida a los de pollo: se tiene que hacer previamente la masa, triturando o picando la merluza, y después rebozarlo y freírlo. Hay quien le da forma de pez al nugget, pero se necesita un poco de práctica para que salga bien.

En esta receta se incorporan unas cucharadas de queso crema y una rebanada de pan de molde mojado con leche para que el resultado sea más esponjoso y tenga consistencia. Se pueden freír los nuggets en abundante aceite o dorarlos en el horno.

Receta de nuggets de pescado

Ingredientes 4 personas:

• 500 gr. de merluza limpia, sin piel o espinas.
• 1 rebanada de pan de molde sin su corteza.
• 1 cucharada de leche.
• Pimienta negra molida.
• Nuez moscada.
• Harina de trigo.
• 2 huevos.
• Pan rallado.
• Aceite de oliva para freír.
• Sal.

1. Prepara la base de los nuggets:

Desmiga el pan de molde y ponlo en un bol. Mójalo con leche tibia, lo justo para que se hidrate. Pica la merluza (sin piel y espinas) en un vaso triturador, robot de cocina, o a mano, con un cuchillo. Añade a la merluza un pelín de sal, pimienta negra molida y una pizca de nuez moscada. Echa el queso crema y el pan (exprímelo un poco si tiene líquido, pues la mezcla debe salir espesa), y vuelve o mezclar. Debe quedar todo bien integrado y con una textura firme. Con la ayuda de una cuchara, y con las manos un poco húmedas, dale la forma que quieras a los nuggets (cuadrados, fingers, con forma de pez...).

2. Reboza y fríe los nuggets de merluza:

Pasa los nuggets por abundante harina, quita el exceso, y luego por huevo batido y por pan rallado. Fríelos en abundante aceite caliente hasta que estén dorados, o dóralos en el horno a 200 grados, calor arriba y abajo, alrededor de quince minutos. Si los fríes, pásalos por papel absorbente para retirar el exceso de grasa.