La ensalada de calabacín con queso feta es una receta de contraste, al estilo griego. Usa el vegetal crudo, cortado fino, como si fuera un carpaccio, y está marinado. Se mezcla con el queso feta (o algún queso fuerte) para darle vidilla al calabacín, ya que crudo tiende a ser algo insípido.

Puede llevar aceitunas negras, que cumplen con el mismo propósito en la receta: multiplicar aromas y sabores. La combinación de todos estos elementos da como resultado una receta saludable, en el fondo delicada, de sorprendente textura crujiente.

Usa aceite de oliva virgen extra.

Ensalada de calabacín y queso feta

Ingredientes 4 personas:

• 2 calabacines medianos
• 100 g de queso feta
•  Brotes tiernos
• 1 cucharada de jugo de limón
• Un puñado de nueces peladas
• 1 diente de ajo, picado finamente
•  Hojas de menta o albahaca fresca (opcional)
• Aceite de oliva virgen extra
• Sal y pimienta negra al gusto

Prepara la ensalada:

1. Lava los calabacines y corta los extremos. Luego, utiliza un pelador de verduras para cortar tiras finas a lo largo de los calabacines para crear láminas.
2. Marina las láminas con aceite de oliva, ajo picado, jugo de limón, sal y pimienta.
3. Pasados unos cinco minutos, mezcla las láminas con el queso feta, los brotes tiernos, y las aceitunas.
4. Agrega más jugo de limón, ajo picado, sal y pimienta al gusto, y aceite de oliva. Añade las nueces partidas. Mezcla bien.
5. Si lo deseas, espolvorea las hojas de menta o de albahaca fresca picada.
6. Sirve la ensalada de calabacín y queso feta como acompañamiento o como plato principal ligero.