Rosas y espinas

Feijóo oculta sus bienes y sus males

Feijóo oculta sus bienes y sus males
El líder del Partido Popular, Alberto Núñez-Feijóo, a su llegada a un restaurante en Cedeira, A Coruña, este viernes. EFE/ Moncho Fuentes

Al ex líder de Podemos, Pablo Iglesias, unos presuntos periodistas y policías como Antonio García Ferreras, Eduardo Inda, Villarejo y los presidentes de Atresmedia (Antena3, La Sexta, Onda Cero) le inventaron una cuenta de tropecientosmil euros falsamente pagados por el gobierno bolivariano de Nicolás Maduro.

"Es muy burdo, pero voy con ello", se le grabó a Ferreras, director de La Sexta, asumiendo que difundía una información falsa sobre un candidato democrático en plena campaña electoral. A eso se le llama golpismo, Ferreras.

Ahora, ciertos demócratas quizá algo impertinentes no queremos que le inventen cuentas a Alberto Núñez Feijóo, diciendo que cobra de Marcial Dorado en las Islas Granadinas. Solo le pedimos a Feijóo que nos desvele, como es su obligación, de dónde ha sacado esos presuntos 600.000 euros y esos cinco o seis pisos y fincas solo con sus sueldos.

Feijóo ha dejado el Senado sin prestar su declaración de bienes, aunque  hace ya meses se la exigió el presidente de la Cámara Alta. Nadie sabe el patrimonio que acumula Feijóo, a pesar de que legalmente (Ley de Transparencia) está obligado a darlo. Pero eso son caprichos de la democracia que no deben entorpecer los designios de los buenos gestores ni, por supuesto, de los narcogestores, de los que ya hablaremos en alguna que otra ocasión. Son seres de la mitología gallega que navegan en lancha. Nada que ver con nuestro presidenciable, no se me vaya a malinterpretar.

Será que a Feijóo haya que exigirle una declaración de males, y no de bienes, porque, si no, no se explica esa negativa a decirnos cuánto vales, cuánto tienes.

En qué se mete
la chica del 17

De dónde saca

Pá tanto como destaca

(Decía un viejo cuplé)

Yo no sé si Alberto Núñez Feijóo ha sido un consciente y beneficiario socio de narcotraficantes o no, pero que no nos haya contado aun cuánto tiene de patrimonio, a mí me da por cantar eso de dónde saca pá tanto como destaca. Me incita a la sospecha. A la desconfianza. Y eso nunca me había sucedido con un líder del PP. Con lo incorruptos que siempre han sido.

Que un tipo del PP aspire a ser presidente del Gobierno con una amistad con un narcotraficante, ya no nos resulta raro. Pero que ese mismo aspirante a presidente nos niegue su declaración de bienes, la pasta que ha acumulado, a mí me parece leche en polvo y servida en gramos y rayas. Por decirlo a la fina forma. ¿Qué narices tiene que ocultar Núñez Feijóo?

Feijóo no era un inocente muchachillo descarriado cuando navegaba con Marcial Dorado. Era presidente del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) del gobierno español, dependiente del Ministerio de Sanidad. Entre cuyas competencias se encontraba: "La coordinación de las políticas de lucha contra las drogodependencias, a través del Plan Nacional sobre Drogas, creado por Real Decreto 1677/1985, de 11 de septiembre, y modificado por el Real Decreto 175/1991, de 15 de febrero".

Un altísimo cargo del Ministerio de Sanidad, Núñez Feijóo, un responsable del Plan Nacional sobre Drogas, no sabía que Marcial Dorado era el blanquedaor oficial del narcotráfico gallego (ya había salido cientos de veces en prensa). No hay que cavilar mucho para colegir que un tío con una trayectoria de inconsciencia o perversidad tal no podrá llegar nunca a presidente de un Gobierno. Salvo en Tabarnia y en la ignorante España de nuestra ignara derecha (siento decirlo así, pero lo siento).

O mucho ha aprendido este chico Feijóo de 62 años desde entonces, o la derecha tiene un problema de salud intelectual y mental a la hora de elegir a sus líderes.

Un presidente del Insalud, un preboste del Plan Nacional sobre Drogas, navegando con un narco. Es como si un oncólogo se enamorara de las células cancerígenas y las dejara vagar en la intemperie de nuestro organismo.

Un amigo de narcotraficante que se dedica a la política y oculta su declaración de bienes es como si mi tocayo Hannibal Lecter os invitara a una cena romántica. Nunca pensé que diría esto: pero os recomiendo declinar la invitación de Lecter e ir a vomitar a un McDonalds. La carne es pudrulenta, pero casi siempre sobrevives después de ir la váter. Con Lecter la carne estará más fresca, pero será la tuya.

Yo  no creo que Alberto Núñez Feijóo se haya enriquecido con los cargamentos de cocaína que blanqueaba Marcial Dorado. No voy a ser tan inhumano como nuestra estúpida e ignorante derecha, e inventar pruebas contra candidatos como Feijóo o Pablo Iglesias. Ojalá Feijóo dé buena cuenta de por dónde obtuvo ese patrimonio, si de verdad lo tiene. Pero no me neguéis que, después de tanto tiempo sin revelar su patrimonio, Feijóo me da derecho a la sospecha. Es una sospecha que me ahoga estas prosas, que me hace escribir doliéndome las yemas más democráticas de los dedos. Yo  no quiero escribir esto. No quiero tener dentro esta sospecha y esta maldad. Que Feijóo nos diga su patrimonio y que yo, que me quedan pocos años de vida, pueda ver alguna vez en este país un conservadurismo democrático. Transparente. Nunca hermano ni compañero, pero sí deportivamente tropezante. Qué necesario. (Ya sé que echo de menos lo que nunca existió: una derecha civilizada. Pero dejadme soñar).

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