La trama mediática

¡A la rica homofobia!

Web de COPE, columna de la derecha, epígrafe 'Opinión', foto pésima de 75 por 75 píxeles de un tipo calvo con gafas y perilla identificado como Rafael Guijarro, titular: "La Barcelona de orines y gays". ¡No puede ser! Tras el click inmediato y diez minutos de aclimatación a una redacción de primero de la ESO, el cerebro, aún resistiéndose a dar crédito, comienza a decodificar. Hagan la prueba: "Pues ya Barcelona no es sólo eso en el imaginario mundial de la gente que acude como moscas hacia allá, sino que va a convertirse en lugar privilegiado del turismo homosexual, la ciudad faro que atraerá a todas esas personas hacia allí, en vez de que se vayan a otro sitio, porque Barcelona significará no sólo la ciudad por la que se puede andar con el torso desnudo y en la que se pueden hacer las necesidades de cada uno en la esquina más próxima, sino la capital mundial del turismo gay y similares".

¿Se han perdido? Pues tomen taza y media: "¿Y es que el ayuntamiento no podría aliviarse poniendo retretes públicos más cercanos unos de otros? Las necesidades perentorias de todos son perentorias por definición, y a veces deben ser resueltas casi con inmediatez. Y en eso, tal vez, los homosexuales sean como el resto de la gente, que necesita aliviarse cada cierto tiempo", culmina el tal Guijarro su vertido de estiércol. Diagnóstico: idiocia voluntaria irreversible.

Puñaladas a Federico en la nueva COPE

¡Je! ¡Y nosotros, contándoles ayer que los obispos se habían bordado en la ropa interior el lema "Una radio basada en la pluralidad y el respeto"! Todo hace temer que se trate de una especie de cobertura intelectual al Federiquicidio en que anda ocupada la cadena episcopal desde el lunes, y al que no dejó de sumarse Cristina López Schlichting. "Los hombres cometemos dos errores a menudo: el primero, pensar que somos imprescindibles; el segundo, pensar que cada inflexión es el final definitivo", acuchilló la monja alférez a su excompañero en su primera homilía de la temporada.

Con todo, el puntapié más cruel de COPE al turolense ha sido el fichaje para tres programas de su despreciado y eternamente vetado Juan Manuel De Prada. El insistente zamorano estaba eufórico: "Esta es una casa muy deseada por mi durante muchos años, más deseada que Raquel para Jacob. Catorce años después, he conseguido a Raquel", le dijo a Juan Pablo Colmenarejo, encargado por sus Ilustrísimas de desmontar La Linterna del también expulsado del paraíso César Vidal.

Más Noticias