Hasta el próximo cambio de chaqueta -y corbata, claro-, en la eterna trifulca Aguirre-Gallardón, Pedro Jota Ramírez juega en el bando de la lideresa. Lo hace, además, con una entrega que convierte a Gunga Din en un mingafría. ¿Que hay que llamarle borracho al alcalde de Madrid? Se hace sin otro disimulo que compararlo con Herr Puntila, personaje creado por Bertold Brecht. Lean al riojano: "El señor Puntila tiene una característica muy gallardoniana: sólo es un malvado cuando está sobrio y eso ocurre rara vez. El resto del tiempo siempre está como una cuba". Consciente de que esas palabras podrían perderse entre la mancha de tinta de su misiva dominical que casi nadie es capaz de leer, el director de El Mundo encargó a un propio una ilustración que no dejara lugar a dudas. En ella aparece Gallardón botella en mano, mientras Cobo, a sus pies, le ofrece otra frasca. Crítica fina.

Se cultiva mucho el género epistolar en ese diario. Además de la carta que envía el baranda urbi et orbi, Luis María Anson remite tres de una sentada. Una de las últimas va dirigida a su rey mago favorito, José María Aznar. Postrado de hinojos, le dice el académico a su ídolo: "Tienes razón, querido presidente, al afirmar que para un buen liderazgo, no puede haber más que un líder. Y el Partido Popular lo tiene. Eres tú y por eso la izquierda te ataca sin piedad. Le aterra que un día decidas volver". ¡Uuuuh! ¡Que viene el coco!

Corruptos son los otros

Con permiso del genial Forges, les propongo un ejercicio de agudeza intelectual. Deben decirme en tres segundos de qué cloaca se olvida Iñaki Ezkerra al enumerar en La Razón los casos más recientes -e incluso alguno futuro- de corrupción política. ¿Preparados? Ahí les va: "Esto es lo que ha aflorado en la Andalucía de Chaves, lo que va a aflorar un día de éstos en la Euskadi que ha dejado de ser nacionalista –gracias a la alternancia precisamente– y lo que está aflorando ahora en la Cataluña co-mangoneada durante años por CiU y el PSC". Palabra, que en toda la columna no se menciona la palabra Gürtel ni las siglas PP.

Terminamos con otro de nuestros clásicos, Alfonso Ussía, que los lunes deja la política para comentar en La Razón el último partido del Real Madrid. Los argumentos son, claro, de ultrasur: "Y la novia. Algo ha pasado entre ellos para que el árbitro expulsara a Albiol. Una levantada de novia. Y el Real Madrid funcionó gracias a la injusticia. Gracias, nena". Autorretrato.