La trama mediática

Profetas, pero menos

Sigue La Razón sacándole brillo a su bola de cristal. "ETA registrará su nuevo partido trampa tras el comunicado", profetiza en primera. Lo de "ETA" y lo de "trampa" son aportaciones del Paco Porras de turno. Lo otro, que la izquierda abertzale ilegalizada va a presentar en enero su nuevo proyecto está anunciado oficialmente. Menos dárselas de pitonisos.

Por lo menos, El Mundo no tira de los posos del café sino de un supuesto documento interno de los malos malísimos. Poco importa, porque la conclusión viene a ser la misma: "Está claro que Batasuna ha optado por un doble juego: por un lado, dice que quiere ser un partido democrático, pero, por otro, no rompe sus lazos con la banda terrorista sin cuya desaparición será muy difícil que la izquierda abertzale tenga credibilidad". Lo dice Pedro Jota, punto redondo.

Sorprende que en las vísperas que estamos, La Gaceta no haya entrado al baile de la serpiente. Su director, Carlos Dávila, anda muy ocupado protestando porque el Tribunal Supremo no haya emplumado a José Bono con las pruebas que aportó el papel intereconómico. Con lo buenas que eran: "Unas informaciones que se han sustentado siempre en las pruebas documentales que han hecho del trabajo de La Gaceta un ejemplar ejercicio de periodismo de investigación". Sobre todo, eso, ejemplar.

Ay, los españoles...

¡Pí, pí, pí! Atruenan los teletipos. ¿Ha llegado ya el comunicado? Está al caer. De momento se trata sólo de José María Carrascal adsirtiéndonos desde ABC de que a día de hoy no hay democracia en la Hispania: "Pero España no vive hoy en democracia. Vive en estado de alarma, nos guste o no. Y parece que nos gusta, al Gobierno y a los españoles". Es que a los españoles, corre a decirnos Hermann Tertsch, les importa todo un pito: "Al final van a tener razón quienes dicen que en este país ya no se irritan más que los marcianos. Ya no debe de ser siquiera pasotismo, mera indolencia o resignación. Debe de ser un fenómeno colectivo de desactivación de la sensibilidad de los individuos".

Seguro que la culpa de todo es del matrimonio homosexual, que según el editorialista de Cope está en el principio de todos los males. Reflexionen: "El mismo argumento libertario ha servido para la aprobación del llamado 'matrimonio homosexual', que abre la puerta a que cualquier relación reclame para sí el título legal de familia. Y a partir de ahí, todo vale". En ese "todo" incluía, se lo juro, el incesto.

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