Tanto atizar a los que llaman titiriteros y cosas peores, y cuando tienen una guerra que han pedido a gritos, los plumones más belicosos sacan la pancarta por sorpresa. Sí, hasta el mismísimo Federico Jiménez Losantos, que terminaba así su columna en El Mundo: "ZP debía explicar qué queremos en Libia y cuánto cuesta. Pues no dijo ni guerra y respaldo total. Detesto el pacifismo progre, pero así, a esta guerra, no". Y como el turolense ejerce también de capo de Libertad Digital, su editorialista, más papista que el Papa, pone una detrás de otra diez razones contra la intervención. La última, esta: "A diferencia de lo que ocurrió con Irak, el Gobierno no ha invertido ni un minuto en explicar a la opinión pública las razones de esta guerra. En menos de tres semanas, Zapatero ha convertido a Gadafi en su particular bestia negra y ha metido a España en una guerra de duración incierta".

Guarden unas gotas de perplejidad para Antonio Burgos, cantor de las hazañas hispanas en Irak, que también ha cruzado la línea hacia la no violencia en ABC. ¿Por la conciencia? Por la pasta, mayormente: "¿Tenemos posición para meternos de hoz y coz en esta carísima guerra, codo con codo con los que no tienen encima la ruina de España? Que yo sepa, nadie ha hecho la pregunta del millón: ¿cuánto nos cuesta cada día el sobrevenido ardor guerrero de ZP en Libia?"

Dudas

Hasta a los que dicen tener claro que a Gadafi hay que quitárselo de encima a bombazos se les nota un tanto confundidos. El editorial de La Razón es un clamoroso sí, pero no: "El Gobierno y los principales partidos del país han estado en su sitio. Nos queda, sin embargo, la sensación de que la comunidad internacional anda casi a ciegas y a trompicones en este conflicto bélico".

A Carlos Dávila no le pregunten. El director de La Gaceta dice una cosa y la otra, y si tiene que decir cuatro al mismo tiempo y de asuntos diferentes, lo hace: "Garzón, moviendo el rabo por doquier mientras recordamos cómo en 2003 abandonó su turno de guardia en la Audiencia para ir con los ‘zejudos’ a la romería contra Aznar; por fin, Sortu que ya adelantamos que no será legalizada, según lo pactado entre ETA y el Gobierno". Vocación de síntesis, que decía José María García. Lo divertido es que junto a la nota final leemos este titular: "Inminente ilegalización de Sortu". Anuncia esto y lo otro. Así cualquiera.