La trama mediática

Rojo... y roto

Hay consigna nueva en el kiosco del ultramonte. No les va a ser difícil encontrarla en la lectura de tres titulares de apertura. "La guerra de Griñán y Chaves rompe el PSOE en Andalucía", berrea El Mundo. "El PSOE se agrieta 48 horas después de la renuncia de Zapatero", dice con aspavientos La Razón. Más austero y directo, ABC lo deja en "El PSOE se resquebraja". Por variedad semántica no será. Tres verbos, una idea: ¡cracht!

¿Y La Gaceta? A otra cosa, como todos estos días. Su director, Carlos Dávila, sigue sin recuperar el punch. Y miren que lo intenta tirando de palabrerío grueso. Pero ni por esas: "Con dos pelotas. Estos, o son ya directamente unos jetas, que puede ser el caso, o incluso a mí me quieren tomar el pelo del cogotillo. Las elecciones anticipadas no son un capricho de oposición impaciente, son

una emergencia nacional". De trámite, igual que Luis María Anson, que ordeña su perterorio más manido en El Mundo: "[Zapatero] ha decidido permanecer en esa situación hasta marzo de 2012, velado por el coro de sus plañideras favoritas, con Trinidad al frente del lloriqueo, con Elena, Bibiana, Leire, Maleni y los trinos airosos de Sonsoles". Cansino.

En prosa y en verso

En Libertad Digital, más material de aluvión, con una gota de lirismo, si quieren. "Zapatero dice que se va y una alfombra de flores se abre a su paso", declama el editorialista, creando el ambiente adecuado para que comparezca el vate de cabecera, el tal Fray Josepho, con una pieza que pretende ser satírica: "No voy a perdonarte tu abandono./ Ni Carme, Rubalcaba o Pepe Bono /

conseguirán paliar mi desamparo. / Pues, aunque pueda España tomar vuelo, / a mí me queda solo el desconsuelo / de que, sin ti, mi musa se va al paro".

Para que no se les convierta la sangre en natillas, desde ABC, Hermann Tertsch golpea sobre la mesa y brama: "El final de una legislatura que ha sido un tormento, promete convertirse en pesadilla. Los españoles todos, seremos rehenes, del sumo sectario. Aunque no todos inocentes. Los socialistas le han echado de allí donde más daño les hace. La sociedad española, pasmosamente indolente, parece dispuesta a dejarse hacer daño, gratuitamente, hasta el final". A su lado, Tomás Cuesta remata el relato de terror: "La Moncloa, que era el infierno de Sonsoles, es ahora el limbo de un genuino 'walking dead', del más encopetado de los muertos vivientes".

Más Noticias