La trama mediática

Despiojad Sol

Con los ojos convertidos en porra, la carcunda estilográfica sueña para Sol un desalojo que deje en broma a Tiananmen. Y si se mancha de sangre el asfalto, tanto da, que aquello está tan sucio que ni se va a notar. "Una lendrera es una lendrera, y basta con darse un garbeo por allí para que empiece a picarte el cuerpo entero. Es el socialismo utópico. El otro socialismo, el real, son las colas del Inem", escribe Ignacio Ruiz-Quintano en ABC. Cargado de zotal, Federico Jiménez Losantos se desgañita en EsRadio: "En los pepinos españoles no había bacterias, pero en la Puerta del Sol... Aquello es el palacio del bacteriamen universal, no hay virus, no hay bicho, no hay microbio, no hay enfermedad que no se incube".

Pero aun hay patógenos más letales, según apunta en La Razón la moralista de pitiminí Cristina López Schlichting: "Hay fracaso escolar, falta de horizontes ideales y toda una generación crecida al margen de la Iglesia, los partidos o las familias estructuradas que busca algo grande en la vida y no sabe dónde encontrarlo". En el barrio de Salamanca no pasa.

Call me Alfredo

Por asociación de ideas, le llega el turno de acollejamiento a quien está llamado a disolver la acampada. Quiere que lo llamen Alfredo, pero Emilio Campmany, menudero de Libertad Digital, no capta la idea y le calza otros epítetos: "Es un tío malage, con mala follá, cualidades que son virtudes para un privado que trabaje en la sombra, pero que se vuelven en graves defectos si se aspira a ceñir personalmente la corona". Siempre dispuesto a superar la apuesta, Carlos Dávila añade en La Gaceta: "El hombre del doble terrorismo de Estado: GAL y Faisán, de la rapiña de los fondos, de los asaltos a la Cruz Roja y al BOE, del expolio a la Guardia Civil, de, de, de... Se presenta ahora como el nuevo mecenas de la España pepinera. ¡Jo, qué papo el de nuestros héroes!"

Hablando de héroes, por acá que asoma Hermann Tertsch, el Quijote de Chueca. Blande en su columna de ABC una foto gigante de su Dulcinea germana, a la que defiende lanza en ristre: "Los principales damnificados son los muertos, y sólo después los demás. Pero aquí, a un Gobierno irritado porque Alemania deja en evidencia sus fracasos y mentiras, le viene bien decirnos que la bruja Merkel sabotea los productos favoritos de los alemanes. Y mil voces se ponen a insultar a nuestro mayor aliado en Europa".

Más Noticias