Balagán

El Congreso de EEUU tiene algo que decir

La Cámara de Representantes anunció el jueves por "consenso", o sea sin llegar a votar la resolución, que se opone a que los palestinos declaren un Estado sin que previamente lo acuerden con los israelíes. El Congreso sabe que los israelíes no quieren un Estado en las fronteras de 1967 y que tampoco quieren salir de Jerusalén oriental y de otras zonas importantes de Cisjordania, es decir que el Congreso sabe que está condenando a los palestinos a la nada.

Es más, la Cámara de Representantes no se queda ahí, sino que insta al presidente Barack Obama a que vete en el Consejo de Seguridad de la ONU cualquier propuesta de resolución que no le guste a Israel. Como está visto que Israel solo acepta continuar con su política unilateral en los territorios ocupados, la decisión del Congreso implica dar a Israel carta blanca para seguir haciendo lo que quiera.

El presidente del comité de Asuntos Exteriores del Congreso, el demócrata Howard Berman, ha sido el padre de la iniciativa, donde se dice eufemísticamente que el Congreso apoya una "solución negociada" entre israelíes y palestinos. Pero qué ocurre cuando Israel se niega a negociar sobre las resoluciones del Consejo de Seguridad. Apoyar en estas circunstancias una "solución negociada" equivale a la nada más absoluta, y en el mejor de los casos ratifica la ocupación y los excesos que Israel comete a diario en los territorios ocupados.

Al poco de ser elegido presidente del comité de Asuntos Exteriores, el demócrata Howard Berman declaró a la revista judía americana Forward: "Incluso antes de ser demócrata ya era sionista". Tal vez esto ayude a explicar por qué ha apadrinado la iniciativa.

Se ha llegado a una situación en la que la "negociación" no conduce a ninguna parte, de ahí que la iniciativa del Congreso, aunque sea aparentemente "equilibrada", es en realidad muy desequilibrada. En este punto el único camino posible consiste en forzar a Israel a aplicar las resoluciones internacionales.

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