Israel ha evacuado este fin de semana centenares de cascos blancos sirios y a sus familias en una operación que se ha mantenido en secreto hasta su final.

La operación se inició a las 9.30 de la noche del sábado y concluyó unas horas después. Decenas de autobuses transportaron a los cascos blancos desde Siria hasta Israel y después hasta Jordania.

Jordania los acogió temporalmente después de que Canadá, el Reino Unido y Alemania se comprometieran a hacerse cargo de ellos.

La intervención de Israel ha sido decisiva. Los israelíes la justifican diciendo que los cascos blancos y sus familias correrían peligro en Siria una vez que el ejército de Damasco está consolidando su avance en el suroeste del país.

A mediados de junio las tropas de Damasco iniciaron una ofensiva contra las províncias de Deraa y Quneitra. Apoyadas por la aviación rusa, las tropas de Damasco han tomado prácticamente la mayor parte de Deraa y ahora están haciendo los mismo con Quneitra.

Quneitra limita con el sector del Golán ocupado por Israel desde la guerra de 1967. En esa zona limítrofe existe una fuerte presencia de yihadistas, incluidos yihadistas vinculados con Al Qaeda y yihadistas vinculados al Estado Islámico.

Israel mantiene unas pacíficas relaciones con ambos grupos, especialmente con los yihadistas vinculados con Al Qaeda. Ni estos ni los yihadistas del Estado Islámico han atacado nunca a Israel a pesar de encontrarse a pocos metros del Golán ocupado.

Conforme las tropas sirias van avanzando en el sur, la misión de los cascos blancos desaparece, de ahí que se haya decidido sacarlos. Los cascos blancos se fundaron hace aproximadamente cinco años y están integrados por voluntarios. Su misión principal ha consistido en evacuar a heridos y rescatar a muertos de entre los escombros de los bombardeos de las aviaciones rusa y siria.

Los críticos sostienen que son una creación de Occidente que ha sido financiada con dinero de Occidente, de manera no es extraño que ahora se vayan a vivir al Reino Unido, Canadà y Alemania.