Cartas de los lectores

4 de enero

Los riesgos para la salud social
Parece lógico que la sociedad muestre preocupación y sensibilidad por la salud física de sus componentes promoviendo y estableciendo medidas que, con mayor o menor consenso o acierto, tienen el objetivo de preservar la misma de los múltiples peligros presentes en el entorno doméstico, laboral o público, como pudieran ser los derivados de la inhalación involuntaria de los humos del tabaco.
En cambio, ¿no se está descuidando o prestando escasa atención a determinados riesgos que amenazan directamente otros aspectos esenciales para la conservación y el desarrollo de la salud social? Por ejemplo, la disminución y el deterioro paulatino de la atmósfera de bienestar alcanzada por las clases medias tras décadas de un arduo y lento progreso o el incremento de la militancia antiinmigración.
Lamentablemente, la evaluación de riesgos sociales es precaria, incompleta e inadecuada para el interés general.
Alejandro Prieto Orviz / Gijón (Asturias)

Sobre la recién estrenada
Ley Antitabaco

Por repentino decreto ley o modificación impertinente, el humo de los recintos públicos y los suelos repletos de colillas humeantes pisoteadas bajo los taburetes de los bares han pasado ya a la historia. Asimilar esta polémica imposición dependerá de si el día a día requiere de un esfuerzo extra hasta la fecha innecesario. Tras un cambio siempre hay un antes y un después, pero lo malo no es el después sino querer vivir, pese a todo, en el antes.
Fumar perjudica seriamente la salud y, aunque esta nueva reforma de ley haya caído como un alud tras una cortina de humo sobre el 30% fumador del país y no haya hecho ni pizca de gracia a los miles de restauradores del ocio, la consecuencia a corto plazo, tras la inercia de los malos humos, será satisfactoria para la salud pública. Salud, dinero y amor suelen ser, y por este orden, los deseos para cada nuevo año, y esta Ley Antitabaco conseguirá en breve y por bravura, aunque quiebren bares y sobren ceniceros, que aumente la salud pública. Fumar era un placer pero, a día de hoy, es ya un fatigoso, costoso y venenoso hábito.
Óscar Molero Espinosa
Els Pallaresos (Tarragona)

Lo mejor que le puede pasar
a un cruasán

Que vienen mal barajadas, que hay que apretarse el cinturón, que corren malos tiempos... Vale, pero que un ministro diga que la subida de la luz va a suponer "unos 1,7 euros por persona al mes, poco más que un café", suena a choteo. Alguien debería decirle que, aunque "sólo" se trate de un café y el cuerno de un cruasán, cuente hasta diez antes de poner un ejemplo. Porque además, con lo que sube el gas, se va el otro cuerno del cruasán. Y cuando el panadero eche cuentas... se irá el cruasán entero.
Lo mejor que le puede pasar a un cruasán es que en la siguiente revisión de tarifas, estas se queden como están. Aunque no todo son malas noticias: el salario mínimo ha subido poco más que un desayuno completo, con su zumito de naranja y todo.
Óscar Benito Fraile
Donostia (Gipuzkoa)

Álvarez-Cascos rompe
el PP asturiano

Es curioso que, a cierta edad, los humanos sintamos la debilidad de querer perpetuarnos. Unos, como el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, con obras faraónicas en la capital de España; otros, como Francisco Álvarez-Cascos, con la Presidencia del Principado de Asturias. Los conservadores quieren morir mandando, el relevo generacional o la democracia interna se consideran nada más que debilidades de la izquierda.
En todo caso, me siento especialmente agradecido a Álvarez-Cascos porque con su actitud ha descubierto la estrategia de su partido en el ámbito nacional.
El Partido Popular impone a sus altos responsables a dedo en función de la capacidad de estos de doblegarse a su mentor. No importan cuestiones como la preparación, la ética o la vocación por el servicio público, vocación, claro está, considerada como un honor y no como un medio para mejorar posiciones sociales y económicas.
Aún nos queda por saber si el dedo de Génova será generoso con Francisco Camps.
Álvarez-Cascos ha abierto el melón; en capítulos siguientes veremos hasta dónde llega la ambición personal de "tocar el poder", porque merecerlo es otra cosa.
Jaime Guallart
Madrid

Lo extraordinario
de un día cualquiera

Espero que el niño de 4 años que ha recibido cinco órganos para salvar su vida siga luchando por ella y consiga salir adelante.
Sin embargo, este chiquitín no entenderá hasta dentro de unos años unas cuantas cosas muy importantes.
Para hacer posible este milagro, unos auténticos profesionales de la sanidad se han formado con ahínco y han explicado su trabajo con una naturalidad que a la mayoría de las personas nos parece de otro mundo.
Para hacer posible este milagro, también ha influido la generosidad de una familia que no ha dudado en convertir parte de su dolor en la alegría de los padres de este niño, que expresan su agradecimiento con unas gracias que salen del corazón.
2010 se ha despedido con un ejemplo de profesionalidad, generosidad y agradecimiento. No lo estropeemos en 2011 e intentemos imitarles cada uno de nosotros. No somos sólo individuos, somos la fuerza de la sociedad y podemos hacer que las cosas cambien con trabajo, confianza, esfuerzo y unidad. La desunión es el emblema de los débiles.
María E. Bolaños
Madrid

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