Cartas de los lectores

14de mayo

Conmovido
Me imagino que no soy el primero que escribe conmovido, una vez vistas las imágenes difundidas en distintos medios el pasado domingo. Me refiero a las de la hiena de insultante filiación neonazi que viajaba en el metro de Madrid en noviembre de 2007, armado y al acecho de una presa. Una hiena que, con la premeditación de su odio vil y jugando con toda la ventaja de quien sabe lo que hace, de-
senfundó temprano su navaja para clavarla a traición contra el primero que su alterada inteligencia señaló como enemigo.
La desgracia se cebó sobre Carlos Palomino Muñoz, un chico de instituto que, a pesar de sus 16 años, reparó en la provocación, pero también reunió el coraje para dirigirle unas palabras al asesino. Lo hizo sonriendo y señalando su ofensivo disfraz. La respuesta de la hiena fue asesinarlo cobardemente, por sorpresa, directo al corazón. La madre de Carlos se quejaba del doble rasero con el que se mide a las víctimas de este país y tiene toda la razón, está visto que las que, como su hijo, lo son a manos del ultra, no gozan del amparo que la sociedad ofrece a otras. Tampoco el castigo es el mismo. Y no será porque en Madrid no haya habido varios muertos a manos de aquellos, pero, no obstante, parece que es un mal menor y su repulsa incómoda, pues sigue sin gozar del justo respeto y protección por parte de las autoridades competentes. Ni de las de antes, ni de las de ahora.
Jorge Camarero/Madrid

Tengo una respuesta para usted, señor Rajoy
En el debate sobre el estado de la nación, preguntaba cómo se entiende que un país como España, que crecía más que Francia, Alemania e Italia y que creaba más empleo que todos ellos juntos, podía desplomarse tan rápidamente y por qué a los demás no les ha ocurrido lo mismo.
Le respondo citando a la eurodiputada Margrete Auken, ponente del informe sobre la urbanización extensiva en España del 12 de febrero de 2009. En uno de los párrafos de la página 17 se lee lo siguiente: "Ya es un hecho por todos conocido que en la última década se ha empleado más cemento y hormigón en la construcción de viviendas en España, que en Francia, Alemania y Reino Unido juntos". Apostillo, señor Rajoy, que su partido y el PSOE se reparten el Gobierno de la citada década a partes iguales: entre 1999 y 2004 estaba Aznar en la Moncloa con usted de ministro y, desde entonces hasta hoy, Rodríguez Zapatero. A mi juicio, el error del actual presidente del Gobierno está en haber seguido básicamente la misma política económica que ustedes.

Enrique Chicote/Arganda del Rey (Madrid)

Electoralismo informático
Estamos en crisis, hasta el Gobierno habla de ello, aunque con el discurso "esto se ha acabado, saldremos adelante". Mientras, en el debate electoralista de la nación, la medida estrella fue el compromiso de regalar a cada alumno de quinto de primaria un ordenador portátil. Si esto se cumple, el año que viene podemos encontrarnos a algunas familias en las que no trabaja ningún miembro de la unidad familiar y encima a alguno de ellos se les acaba el subsidio por desempleo (más de un millón de casos en el Estado), preguntándose por qué su hijo está estudiando en su habitación con un portátil al que le puede instalar multitud de videojuegos y, sin embargo, no sabe si su familia se podrá alimentar dentro de tres días o si se quedará en la calle porque no puede hacer frente a una hipoteca trampa de los bancos a los que el Gobierno salvó el pellejo, aunque presentaran más de nueve millones de euros de beneficio el pasado año.¿ Es este el giro a la izquierda de Zapatero?
Antonio Torres Chía/San José de la Rinconada (Sevilla)

Trapiello puntualiza
He leído con tanto asombro como desolación e irritación la entrevista que este periódico nos hizo a Malcolm Otero y a mí en un hotel granadino, con motivo del Hay Festival que tuvo lugar allí, y en la cual le hace decir a uno cosas de todo punto erróneas, toscas y fuera de contexto. No habría tenido demasiada importancia, de no haber sido porque se ventilaban allí algunas cuestiones delicadas. Se hablaba de mi última novela, Los confines. No es una novela sobre el incesto, ni mucho menos su apología, sino sobre el amor, y así lo repitió uno y el propio Malcolm Otero unas 20 veces delante de los periodistas presentes, pese a lo cual el titular del periódico (Público, 09-05-09) era de todo punto inadecuado.
He de insistir aún en ello: la novela no es un tratado sobre el incesto, aunque, según le aclaré al periodista, en mi opinión, la prohibición del incesto marca, según Lévi-Strauss, el paso del estado de naturaleza a la cultura y, como señalan algunas feministas, esta teoría es en realidad la descripción acrítica del patriarcado y el patriarcado está en el origen del machismo y el machismo directamente relacionado con la violencia de género. Para otros, el tabú del incesto es incluso anterior a la cultura, con un origen genético. Es todo muy complejo. No es pertinente, por tanto, titular simplificando que "El origen de la violencia machista está en la prohibición del incesto". Por lo demás, a los personajes de la novela les preocupa y ocupa su relación amorosa, no el incesto, aunque vayan a sufrir sus consecuencias.
Había también algunas otras cuestiones mortificantes, en una entrevista desafortunada de principio a fin, en el fondo y en las formas, y temo que algunos lectores de Público se hayan sentido molestos, incluso irritados por el tono, la arrogancia y las imprecisiones que aparecen en algunas de mis respuestas. Les comprendo perfectamente.
Andrés Trapiello

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