Fuego amigo

Víctimas de la asociación de víctimas

Lo peor que podría pasarle a las religiones y a los que manipulan los supuestos designios divinos es que se apareciese dios de una vez por todas, dejando a todos con el culo al aire, y acabando así con la industria de los que viven de él, cristianos, musulmanes, hinduistas, sintoístas, hebreos... De la misma manera, la paz es lo peor que les podría ocurrir a los que viven de la guerra, y a los que medran a costa de manipular el miedo. Cuantos más signos hay de que algo se mueve hacia la paz en el entorno de ETA, por ejemplo, más nerviosos se ponen los sacerdotes del caos porque ven sus días contados.

Uno de los que más nerviosismo muestra últimamente es Francisco José Alcaraz, el presidente de ese nuevo partido político que se esconde bajo las siglas de Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), también conocida como la asociación de víctimas propiedad del PP. Convencido de que el ser familiar de víctimas del terrorismo le confiere de por vida no sé qué prerrogativas, como un puesto de trabajo vitalicio, como si el ser familiar de víctima llevase implícito un master de experto en la lucha contra el terrorismo, acaba de pedir la dimisión de la vicepresidenta del Gobierno, porque el último comunicado de ETA, según su análisis simplista, "deja en evidencia el fracaso de la política antiterrorista del gobierno".
Los que creemos que la memoria de los caídos no puede ser una losa para conseguir la paz, que la venganza no debe confundirse con la justicia, que perdón y olvido no son palabras sinónimas, los que a estas alturas ya empezamos a considerarnos víctimas de esa asociación de víctimas del terrorismo, exigimos la dimisión de Francisco José Alcaraz.

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