La trama mediática

No hubo robo de niños

Seguramente tiñoso del éxito de Sostres, el hasta ahora sólo caradura simpático Carlos Rodríguez Braun busca en La Razón una buena herida sobre la que verter vinagre. ¡Eureka! Los miles de casos de niños robados son un invento de la malvada izquierda. Si lo sabrá él: "Señora: ¿usted se dejaría robar un hijo? Es imposible. Entonces, ¿cómo pudieron tantos niños ser robados? Respuesta: no hubo tales robos. Ninguna madre consiente que su hijo sea robado. Sospecho que ha sucedido otra cosa. Sospecho que se trataba de solteras embarazadas que entregaron a sus hijos a instituciones religiosas para que los dieran en adopción". Este es el que saluda diciendo: "Buenos días, liberales, je, je".

Al lado de eso, su compañero de tintas Alfonso Ussía queda en cohete de fiesta mayor en su defensa -lo que están leyendo- de los vuelos en primera para los culiparlantes europeos. Todavía quedan clases: "No advierto excesivo privilegio en el uso de la clase preferente de nuestros europarlamentarios, diputados y senadores. Si a quienes no somos casi nada nos puede dar el coñazo un compañero de viaje en avión o en tren, a un político conocido y reconocido lo pueden asar a preguntas y comentarios".

Los mejores se merecen eso y más. Lo que pasa, como viene a decir en ABC Tomás Cuesta, es que el rojerío no soporta su probada inferioridad: "Cuando la izquierda lerda oye hablar de excelencia echa mano al trabuco y disparata al vuelo. Diferenciar entre mejores y peores, discretos y mostrencos, es una aberración para quienes sostienen que todo el mundo es bueno y que si no es así, si hay manzanas podridas en el fondo del cesto, la culpa la tiene el mundo porque no está bien hecho".

Merkel decepciona a Tertsch

La pena es que los excelentes pueden dejar de serlo. Ahí está Merkel, ayer musa de Hermann Tertsch y ahora, causante de su aflicción: "Merkel puede infundir hoy poco ímpetu a Rajoy. Ha demostrado en estos meses cómo se desmonta un liderazgo esperanzador. Su populismo y afán de agradar, el neutralismo en Libia, la pirueta antinuclear, su falta de pulso en suma, la han dejado malparada".

Eso es que se ha hecho de extrema derecha, como el PSOE, según la redefinición de las ideologías de Ketty Garat en La Gaceta: "Han liderado un Ejecutivo que no representa a todos los españoles sino al PSOE. Un Gobierno sectario, agresivo y excluyente. Un Gobierno... de extrema derecha".

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