La trama mediática

¡Y dale con Donostia 2016!

Al final, lo de la capitalidad cultural donostiarra va a ser más importante que organizar un Mundial de fútbol. Mira que la han cogido llorona con el asunto los emplumados diestros. "¿Puede ser capital cultural de la Europa libre una ciudad gobernada por una fuerza totalitaria? ¿Cultura y libertad bajo el hacha y la serpiente? Probablemente la ciudad donde más miedo hay hoy en Europa", se pasa quince pueblos Hermann Tertsch en ABC. Pura reiteración, porque en las mismas páginas su mellizo Carlos Herrera ya había dejado casi idéntico paquetito: "A nadie se le ocurre conceder a un ayuntamiento gobernado por unos chulánganos filoterroristas el carretón de oportunidades y presupuesto que supone ostentar la capitalidad cultural europea".

En La Razón, donde pocos columneros quedan por verter su bilis por la elección, Martín Prieto llenaba dos frascos con la suya: "Es como hacer de la obra del Marqués de Sade centro de reflexión intelectual sobre el amor fraterno. Este fasto cultural será euskaldún, separatista, cínico y falso, y las víctimas no podrán exhibir un panel con las fotos de 900 asesinados porque no es cultura ni memoria histórica".

Otegi, lehendakari

El editorialista de Cope ya había ejercido su derecho al exabrupto sobre este asunto, pero como no se había quedado del todo satisfecho, reincidía. Y para disimular, lo mezclaba con otro potito: "Dijo Zapatero y ha dicho Rubalcaba que con Bildu la ley se iba a cumplir. Hemos visto cómo los proetarras la están violando. Y hemos visto también como se concedía la capitalidad cultural a San Sebastián, que ahora gobiernan los proetarras, en nombre de una supuesta paz". Era martes y sin embargo, llovía.

Bostecen, que sigue el desfile con el prevacacional Jiménez Losantos imaginando el apocalipsis en El Mundo. En su versión, es el PSOE el que apaga la luz: "Las hicieron antes de llegar al poder, entre Perpiñán y Eguiguren. Han seguido durante sus siete años de Gobierno. Y las rematarán si las urnas nos hielan la sangre y de aquí a un año tenemos a Rubalcaba en Moncloa y a Otegui en Ajuria Enea. Que puede pasar".

Y como propina, un Emilio Campmany muy farruco y bravucón en Libertad Digital: "Yo no sé si Zapatero podrá o no mirar a los ojos de su padre, de sus hijas o de quien sea. A mí, que me lo quiten de la vista, que no respondo. Y que diga misa la historia". Se nota que ha empezado julio.

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