Desde 2010, cuando José Luís Rodríguez Zapatero volvió de Europa con el rabo entre las piernas y comenzó a aplicar una política de austeridad en la que ha profundizado Mariano Rajoy, basada en el recorte del gasto público (principalmente el social) y el aumento de impuestos (principalmente a los que menos tienen), la situación no es mejor para nadie. Bueno sí, las ventas de productos de lujo y casas millonarias va en aumento, incluyendo el ático que el ministro de los recortes Luís de Guindos se ha comprado en La Moraleja por medio millón de euros.

Aquí vemos quién se beneficia de la política de los últimos tiempos. Nos han aumentado la edad de jubilación y rebajado las pensiones, han cerrado hospitales y centros de salud, han despedido a miles de maestros y profesores, han aumentado las tasas universitarias, han acabado con la universalidad de la sanidad dejando sin médico ni medicinas a miles de personas sin papeles ni recursos para pagarse una asistencia sanitaria privada. Al tiempo que han perdonado a los defraudadores de Hacienda o que han gastado miles de millones en la compra de nuevos armamentos. Sí, tras el dicurso de austeridad se esconde un aumento a mitad de año de la partida militar en España de 1.782 millones de euros para armas, a la que hay que sumar 700 millones añadidos ahora para las operaciones militares en el exterior, además de los tantos miles de millones regalados a los bancos. Es evidente que hay dinero para lo que se quiere, y ahora lo que se quiere es pagar a los banqueros y comprar armas.