Diario de la Antártida

24 de enero. Déjà Vu

Punta Arenas, otra vez. Mismo hotel, idéntica habitación... Cuando he abierto los ojos esta mañana, por un momento he pensado que lo había soñado todo. Pero, bien pensado: ¿qué importa ya si lo he soñado o lo he vivido de verdad? A partir de hoy ya sólo me queda la memoria para revivir esta experiencia.

Bajo a desayunar y David me enseña el ‘Diario Austral’. La portada de este periódico recoge la muerte del cabo chileno ayer en la Isla Rey Jorge y yo ya no puedo seguir creyendo que todo fue un sueño.

Muchos de los que volaron con nosotros desde la Antártida aprovechan estos días, hasta que salga su vuelo a España, para conocer los alrededores de Punta Arenas. David y yo preferimos quedarnos a seguir visionando las imágenes y seleccionando lo mejor de las entrevistas.

José Manuel, el asesor de prensa del Año Polar Internacional que nos ha acompañado durante todo el viaje, se marcha mañana. En este tiempo, José Manuel ha pasado a ser Jose, una pieza vital en nuestra aventura antártica. Un hombre capaz de mantener cualquier conversación, en el tono más oportuno y con un sentido del humor muy inteligente. De Jose siempre se puede aprender algo y tiene muchas de las cualidades que yo admiro: es capaz de retener una enorme cantidad de conocimientos sobre cada disciplina que se cruza en su vida, aunque sea tangencialmente, está entregado a lo que hace y es un apasionado de lo que dice. Con estos ingredientes, entenderéis que, como compañero de viaje, yo lo metería en todas mis mochilas.

Intento no pensar en todo lo que hemos visto ni en todo lo que hemos hecho hasta ahora, para ponerme en el papel de un telespectador y empezar a darle forma al montaje de las imágenes, como si las viera por primera vez. Pero es imposible. Vengo del continente helado y, curiosamente, no consigo quedarme en blanco. Mi intención es vaciar mi mente por un instante y comprobar cuál es la primera imagen que me viene a la cabeza inmediatamente después. Quiero hacer ese experimento porque creo que así sabré qué es lo que más me ha impresionado de todo lo que hemos vivido. En cualquier caso, creo que no tengo el día para experimentos. Por mi forma de escribir, ya habréis deducido lo desordenadas que tengo hoy las ideas. Lo volveré a intentar mañana. Ya os contaré. Un abrazo, Lucía

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