Al sur a la izquierda

No son los nuestros: somos nosotros

El viejo dicho sarcástico de ¡Cuerpo a tierra que vienen los nuestros! fue mejorado ayer por los socialistas andaluces: ¡Cuerpo a tierra que venimos nosotros contra nosotros mismos! La mejora es significativa. Antes eran los nuestros, que se parecen a nosotros pero que no son exactamente nosotros. Ahora somos directamente nosotros. Mientras el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, hacía pública el miércoles en la Cámara con estudiada solemnidad su declaración de la Renta, el Grupo Socialista rechazaba ayer en esa misma Cámara una propuesta del Partido Popular para que los 109 diputados queden obligados a hacer lo mismo que el propio presidente hizo el día anterior.

Una pregunta: ¿por qué no votaron los socialistas a favor de aquello con lo que sin duda están de acuerdo? Igual tienen entre sus filas algún fino estratega que acaba de leer en alguna revista dominical un resumen de El Príncipe de Maquiavelo y calculó que apoyar una recomendación del PP era signo de flaqueza. En realidad, sucede lo contrario: al rechazar los socialistas su extensión a toda la Cámara, la acción de Griñán de difundir su IRPF se convierte en un gesto vacío, en guiño sin recorrido político, en un movimiento puramente retórico. Es verdad que el error tiene solución y que los socialistas lo arreglarán en la comisión que concretará las políticas de transparencia discutidas en el debate de la comunidad, pero hasta entonces el PSOE habrá perdido varias semanas que no puede permitirse perder y Griñán habrá perdido la delantera que tomó 48 horas atrás. Lo dicho: ¡Cuerpo a tierra que los nuestros andan cerca!

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